La crisis económica fruto del confinamiento casi mundial ligado a la pandemia del Covid-19 es única por más de una razón. Es una crisis fruto de una decisión política (sin que sepamos, por lo demás, si la ausencia de confinamiento hubiera tenido menores consecuencias), de una violencia inaudita y modificará por mucho tiempo la estructura y funcionamiento del capitalismo contemporáneo. Esta mutación tendrá, como es siempre el caso cuando el capitalismo « se adapta », unas consecuencias sociales, y sin duda políticas, considerables.
En poursuivant votre navigation sur Mediapart, vous acceptez l’utilisation de cookies contribuant à la réalisation de statistiques et la proposition de contenus et services ciblés sur d'autres sites.
La crisis económica fruto del confinamiento casi mundial ligado a la pandemia del Covid-19 es única por más de una razón. Es una crisis fruto de una decisión política (sin que sepamos, por lo demás, si la ausencia de confinamiento hubiera tenido menores consecuencias), de una violencia inaudita y modificará por mucho tiempo la estructura y funcionamiento del capitalismo contemporáneo. Esta mutación tendrá, como es siempre el caso cuando el capitalismo « se adapta », unas consecuencias sociales, y sin duda políticas, considerables.
Continúe su lectura, solamente por 1 euro ! Me subscribo
Está suscrito?
Iniciar la sesión
No está registrado?
Registrarse
Elija una oferta de suscripción para leer todo Mediapart.
Registrarse