Versalles, Davos, la ruralidad que no miente y la eternidad local... Una semana emblemática para la presidencia de Macron. El presidente de la República está solo, en todas partes y todo el tiempo, para protagonizar bellas imágenes y rechazar una política bautizada con la frase « al mismo tiempo ». La hipnosis funciona y enmascara la violencia de las políticas desiguales. ¿Por cuánto tiempo?
¡Qué bonita semana para el ‘macronismo’ triunfante! Una semana de puro placer para el jefe de Estado. Quien comenzó con el 24% de los sufragios en la primera vuelta de las elecciones presidenciales el pasado mes de abril (resulta útil recordarlo), puede, a día de hoy, constatar que ocupa sin gran esfuerzo la cuasi totalidad del campo político y mediático. El coro de los editorialistas de los grandes medios de comunicación se está desvaneciendo. Las voces del coro de sus opositores se está extinguiendo. Y ahora los poderosos del mundo aplauden el hashtag #ChooseFrance. Ilustración: en Davos, Donald Trump tiene que soportar alguno que otro abucheo; Emmanuel Macron, sin embargo, es ovacionado.