Alain Cocq viraliza su agonía para reivindicar el derecho a una muerte digna

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Discapacitado y totalmente dependiente, Alain Cocq quiere morir. En su lucha por el derecho a una muerte digna, ha dejado de alimentarse e hidratarse artificialmente para poner fin a sus días. Se trata de la única alternativa que la ley francesa Claeys-Leonetti ofrece a los discapacitados.

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Hasta el último aliento, Alain Cocq es un militante. Este hombre de 57 años, residente en Dijon [noroeste de Francia], perdió la movilidad de las piernas en un accidente de trabajo a la edad de 23 años. Desde entonces, nunca ha dejado de defender los derechos de las personas con discapacidad y luchar por su visibilidad. En 2003, recorrió Francia, en silla de ruedas, ayudándose solo de la fuerza de sus brazos, con un cartel donde se podía leer: « ¿Quiénes y qué somos? ».