El torneo Roland-Garros siempre ha sido un acontecimiento importante para UBS (el banco de ahorro e inversión antes conocido como la Unión de Bancos Suizos). Desde hace años, el banco suizo alquila un palco muy bien situado, en la pista central para invitar a sus clientes más selectos. Los gestores se pelean por conseguir entradas, pero se cotizan muy caras; más cuanto más se acerca la final del torneo y están reservadas, en primer lugar, para los llamados key clients (clientes VIP) europeos, en la jerga de la banca. Los que tienen un patrimonio superior a los 30 millones de francos suizos.
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