Si hay un fenómeno del que no se espera que pueda traducirse en una ecuación matemática, este es el de los hipsters, esos urbanistas modernos que sienten debilidad por las gafas de pasta, los vaqueros ajustados y demasiado cortos, por la ropa de segunda mano vintage, la barba (o el bigote) perfectamente recortada (al menos en el caso de los hipsters de género masculino) y por las bicicletas de piñón fijo (preferiblemente sin frenos). ¿ Cómo un hipster, que por definición va en contra de las reglas comunes, del mainstream, está sujeto a una ley matemática ?
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