En diciembre de 2019, el cabo Nikita H. compartió un vídeo en su cuenta de Instagram, que cuenta con más de 1.000 seguidores, en el que recopila recuerdos de su participación en la operación Harpie, destinada a combatir la búsqueda ilegal de oro en Guyana. Este miembro de la Legión Extranjera, de origen ucraniano, aparece con equipamiento de combate, apartando lianas y cruzando ríos en la selva amazónica.
No llamaría la atención en los reportajes sobre la difícil caza de los buscadores furtivos de oro que le gusta montar al Ejército francés, de no ser porque el informe que hace Nikita no está maquillado por la jerarquía. La última secuencia muestra a cuatro jóvenes negros realizando... un saludo nazi. Los pequeños repiten a todo pulmón « ¡Sieg Heil! », mientras extienden torpemente los brazos, un gesto que obviamente alguien les ha pedido que hagan y cuyo significado los niños no alcanzan a entender. El vídeo, nauseabundo, incluye un comentario irónico en ruso: « Arios »...
Un vistazo a la cuenta de Instagram del legionario no deja lugar a dudas sobre su fascinación por la ideología nazi. En la playa, sin camiseta, lleva una esvástica como colgante. Y cuando posa frente a la Torre Eiffel, adjunta a su foto una imagen de Adolf Hitler en la misma pose frente al mismo monumento en 1940.

Muchos de estos nuevos casos se encuentran en las filas de la Legión Extranjera, pero no sólo. Además de los seis regimientos metropolitanos de esta célebre institución, el 3er regimiento de paracaidistas de infantería de marina (3er RPIMa), el 35º regimiento de infantería (35º RI) y el 132º regimiento de cinotecnia de infantería (132º RIC) están concernidos tangencialmente. Cabe señalar que la mayoría de los casos identificados no son aislados. Algunos están en contacto con otros. Suelen aparecer juntos en las fotos de grupo.
El artículo previo de Mediapart revelaba la presencia de soldados neonazis en el 13º Batallón de Cazadores Alpinos (13º BCA), el 1º Regimiento de Húsares Paracaidistas (1º RHP), el 2º Regimiento de Infantería de Marina (2º RIMa), etc. Nuestras nuevas revelaciones elevan a 14 el número de regimientos del Ejército francés con este tipo de individuos en sus filas. Del total de 210.000 militares, los cerca de 60 casos identificados por Mediapart en el espacio de unos pocos meses pueden parecer una cifra pequeña, pero nuestra investigación, que se llevó a cabo esencialmente utilizando fuentes abiertas (es decir, consultando publicaciones en redes sociales accesibles a todos) con los recursos de un periódico y no los del Estado, no puede ser exhaustiva.

Sobre todo, esta investigación, fragmentada y limitada sólo a los neonazis (sin tener en cuenta a los militares que hacen gala de convicciones de otras familias de la extrema derecha), contradice las cifras oficiales. En junio de 2019, el informe de la misión de información sobre los servicios públicos frente a la radicalización de los diputados Éric Diard y Éric Poulliat estimaba que « el personal de las Fuerzas Armadas [...] parece estar en nuestro país al abrigo, por el momento, de cualquier radicalización notable ». Los ponentes se basaron en las cifras que les presentó la Dirección de Inteligencia y Seguridad de la Defensa (DRSD). Según este servicio de inteligencia conocido como el primer círculo, la proporción de sospechas de radicalización (« ya sea islámica o política ») es del 0,05% en el Ejército y del 0,03% en la Marina. La web Opex360 señaló entonces que esto representaba, según los porcentajes indicados, 57 soldados radicalizados en el Ejército –« esencialmente casos de islamismo radical », según el informe– y 11 en la Marina.
¿Cómo se explica que Mediapart haya contabilizado unos sesenta de casos y sólo neonazis?
El Ministerio de las Fuerzas Armadas tiene una respuesta preparada: intenta minimizar nuestras cifras con ingeniosos cálculos, fruto de un « meticuloso análisis ». Según el Ministerio, de los 50 nombres que presentamos, « una docena ya no están vinculados al Ejército; en una veintena de los casos citados, nuestras investigaciones, que continúan, no confirman la información sobre los vínculos con la ultraderecha; una decena de legionarios ya habían sido detectados en el momento de su alistamiento. Al no estar implicados en delitos de sangre, fueron reclutados en el marco del derecho al olvido propio de la incorporación a la Legión Extranjera. Fueron advertidos y, que sepamos, no han publicado nada desde su alistamiento; por último, algunos de los soldados mencionados ya habían sido detectados y sancionados por los hechos mencionados. Como resultado, y basándonos en nuestras investigaciones, Mediapart reveló la existencia de entre 6 y 7 casos que aún no habían sido detectados por nuestros radares ». Esto significa que el número de militares baja de 50 a menos de diez. Y la conclusión es obvia: « Estos comportamientos condenables son propios de la deriva individual ». Esta es una forma recurrente del Ministerio de esquivar el tema, en cuanto los soldados de extrema derecha aparecen en los titulares.
Mediapart, por su parte, mantiene sus informaciones de todos los soldados identificados. Para establecer su recuento de 50 casos de soldados con convicciones neonazis, en efecto, sólo hemos retenido a los militares cuyo culto al Tercer Reich se refleja en múltiples referencias innegables (véase la Caja negra). Sin embargo, si algunos de los soldados de nuestra lista han dejado el Ejército, se trata de un cambio de situación reciente. Tras el envío de nuestras preguntas a los soldados en cuestión, muchos de ellos modificaron la configuración de privacidad de sus perfiles en las redes sociales o, incluso, eliminaron sus cuentas. Sin embargo, hemos conservado pruebas al respecto. Por último, en lo que respecta a la « decena de legionarios ya detectados », el Ministerio los descarta de plano, considerando que no han publicado, « que sepamos, nada desde su alistamiento ». En realidad, para casi todos los soldados incriminados, los elementos coinciden en el tiempo con su período de alistamiento.