Las violencias cometidas por Alexandre Benalla, colaborador de Emmanuel Macron, contra un manifestante el pasado 1 de mayo, plantean la cuestión sobre la responsabilidad del Palacio del Elíseo que ocultó los hechos a la Fiscalía. Ante este trato de favor, numerosas dudas planean sobre el verdadero estatus del colaborador, despedido este viernes 20 de julio tras un tsunami de críticas contra la presidencia.
Una investigación ha sido abierta, en tela de juicio: los falsos policías y verdaderos colaboradores de Emmanuel Macron. Tras la revelación, por el diario Le Monde, de la identidad de uno de los dos hombres que agredieron a varios manifestantes, el 1 de mayo de 2018, en la plaza Contrescarpe en París, Alexandre Benalla, entonces adjunto del jefe de gabinete del presidente de la República, la Fiscalía de París ha encargado a la Brigada de Represión de la Delincuencia contra Personas (BRDP) una investigación por « violencias cometidas por un funcionario del servicio público », « usurpación de identidad » y « usurpación de distintivos reservados a la autoridad pública ».