El informe, encargado por François Hollande, fue remitido en secreto al presidente francés en el verano de 2014. En la veintena de páginas que lo conforman, el Tribunal de Cuentas calcula, por primera vez, la partida de gastos asignados a los expresidentes de la República: 10,3 millones de euros anuales (que van a parar a gastos de personal, oficinas, guardaespaldas, etc.). Dicho informe pone el acento en reducir dicha asignación por una « triple preocupación de modernización, transparencia y de control del gasto público ».
Está suscrito?
Iniciar la sesión
No está registrado?
Registrarse
Elija una oferta de suscripción para leer todo Mediapart.
Registrarse