Sarkozy-Bismuth: los retos de un juicio histórico para la justicia anticorrupción en Francia

Por y

Por primera vez en la historia de la justicia francesa, un expresidente será juzgado, a partir de este lunes, por « corrupción ». Junto a Sarkozy en el banquillo de los acusados, se sentarán su amigo y abogado personal, Thierry Herzog, y el exmagistrado Gilbert Azibert.

Este artículo es de acceso abierto. La información nos protege Me suscribo

Incluso antes de su inicio, el proceso judicial que durará dos semanas es ya histórico. Por primera vez en la historia de la justicia francesa, un expresidente, Nicolas Sarkozy, será juzgado por el Tribunal Correccional de París, acusado de « corrupción » en el affaire « Bismuth ».

Bien es cierto que otro expresidente francés, Jacques Chirac -predecesor de Nicolas Sarkozy en el Palacio del Elíseo- también fue juzgado por los tribunales, pero por « malversación de fondos públicos » y « abuso de confianza ». Jacques Chirac fue finalmente condenado en 2011 a una pena de dos años de prisión con condena suspendida.

Thierry Herzog, Nicolas Sarkozy et Gilbert Azibert, los acusados del proceso « Bismuth ». © Thomas Coex, Philippe Lopez Geoffroy Van Der Hasselt/AFP Thierry Herzog, Nicolas Sarkozy et Gilbert Azibert, los acusados del proceso « Bismuth ». © Thomas Coex, Philippe Lopez Geoffroy Van Der Hasselt/AFP

Nicolas Sarkozy, que se presume inocente y contesta cualquier conducta inapropiada, se enfrenta a una pena máxima de diez años de prisión y una multa de un millón de euros. Este será el primer proceso judicial contra Nicolas Sarkozy, que también será juzgado en marzo en el affaire Bygmalion, un caso sobre la supuesta financiación ilegal de su campaña presidencial de 2012.

Nicolas Sarkozy ha sido imputado en cuatro ocasiones, en particular por « asociación de malhechores » y « corrupción » en el escándalo de la financiación libia, lo que también ha dado lugar a la imputación judicial de todo su círculo cercano (Claude Guéant, Éric Woerth, Thierry Gaubert, Brice Hortefeux...).

El exmandatario no será juzgado solo en el caso « Bismuth ». Estará acompañado por su amigo y abogado personal Thierry Herzog y por el juez de alto rango retirado Gilbert Azibert, acusados de « tráfico de influencias » y « violación del secreto profesional », además de supuesta « corrupción ».

Al igual que Nicolas Sarkozy, Thierry Herzog y Gilbert Azibert se declaran inocentes en este caso.

El llamado caso « Paul Bismuth » comenzó hace siete años con la investigación del affaire libio. En septiembre de 2013, los jueces de instrucción decidieron poner al expresidente francés, así como a sus exministros Claude Guéant y Brice Hortefeux, bajo escucha telefónica; como permite la legislación francesa.

Los investigadores descubrieron que Nicolas Sarkozy se volvió especialmente cauteloso en sus llamadas telefónicas después de un mediático episodio, en diciembre de 2013, protagonizado por las conversaciones entre Brice Hortefeux, exministro del Interior, y Christian Flaesch, jefe de la policía judicial parisina, advirtiéndole de las preguntas que le podrían hacer sobre el affaire libio.

Tirando de los hilos (telefónicos) de la sospecha, la policía y los jueces descubrierón que Nicolas Sarkozy y Thierry Herzog, su abogado y amigo íntimo, acaban de adquirir dos teléfonos con tarjetas de prepago utilizando un seudónimo, para comunicarse discretamente, si no en secreto, con el fin de evitar la vigilancia judicial.

Es una de estas dos líneas, abiertas bajo la falsa identidad de « Paul Bismuth », la utilizada por Nicolas Sarkozy. Las líneas de « Paul Bismuth » son escuchadas por los investigadores en enero de 2014. Según las transcripciones de sus conversaciones, el expresidente y su abogado son informados de manera informal sobre la evolución de otros dos procedimientos judiciales por Gilbert Azibert, primer abogado general del Tribunal de Casación, un alto cargo de la fiscalía cercano a la derecha conservadora.

Por una parte, Gilbert Azibert les informa de la evolución del procedimiento Bettencourt, en el que Nicolas Sarkozy había obtenido un sobreseimiento y exigió -mediante un recurso de casación- la restitución de sus agendas incautadas invocando la inmunidad presidencial. Pero el magistrado les informó también del interés de la comisión de investigación del Tribunal de Justicia de la República (CJR) por la explotación del contenido de estos preciosos diarios en el procedimiento contra Christine Lagarde –exdirectora del Fondo Monetario Internacional y exministra de Economía- en el caso de arbitraje de Bernard Tapie.

Gilbert Azibert se encontraba entonces al final de su carrera. Tenía 67 años y conocía a casi todos los magistrados del Tribunal de Casación. En el caso de las agendas de Sarkozy, habló con algunos de sus colegas y consultó intercambios de documentos en la intranet que se utilizaron para preparar las audiencias y actualizar los expedientes. Incluso preguntó por la opinión -aunque confidencial- que el consejero-relator daría sobre los dietarios.

Algo inadmisible, según la investigación judicial, ya que por aquel entonces el magistrado estaba asignado a la 2ª cámara civil del Tribunal de Casación y los casos penales sensibles de aquel momento (incluido el caso Bettencourt) eran tratados por la división penal.

A cambio de estos « detalles » dados al abogado y amigo íntimo del exjefe de Estado, Gilbert Azibert pide, según las conversaciones entre Thierry Herzog y Nicolas Sarkozy, un « enchufe » para convertirse en consejero de Estado en Mónaco después de su jubilación de la magistratura, cuya fecha está a la vuelta de la esquina. Un final de carrera especialmente cómodo.

¿Qué hacer con estas escuchas telefónicas? El 14 de febrero de 2014, los jueces transmiten los elementos potencialmente delictivos a la entonces fiscal de la Fiscalía Nacional Financiera (PNF), Éliane Houlette. El ministerio público abrió una investigación judicial separada doce días después, el 26 de febrero.

Este nuevo caso fue asignado a otros dos jueces de instrucción, Patricia Simon y Claire Thépaut. Ambas investigan las comunicaciones e intercambios de correspondencia entre los tres hombres y llevan a cabo varios registros. En particular, descubrieron elementos del procedimiento del affaire Bettencourt en la oficina y la vivienda de Gilbert Azibert. Los jueces también comprueban la semana de vacaciones que pasaron en un hotel monegasco Nicolas Sarkozy y Thierry Herzog, con el fin de explorar el rastro del « enchufe » solicitado por el alto magistrado para terminar su carrera en el principado.

Gilbert Azibert, quien hizo carrera durante la presidencia de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, es amigo de Thierry Herzog. El abogado penalista tuvo la oportunidad de cruzarse en el camino del magistrado en más de una ocasión. En particular, en junio de 2001, obtuvo de él la anulación de una parte del dossier relativa a Xavière Tiberi en el caso de los falsos electores del barrio V, cuando Azibert presidía la sala de instrucción (entonces llamada sala de acusación).

Unos meses antes, el abogado ya había intervenido con éxito el procedimiento para obtener del Tribunal de Apelación la anulación del procedimiento contra la esposa de Jean Tiberi en otro caso de gran repercusión, el de los sueldos de conveniencia del Consejo General de Essonne (con el famoso « informe sobre el mundo francófono »).

En esa época, Gilbert Azibert era el imponente presidente de la Sala de Instrucción del Tribunal de Apelación de París, cargo que ocupó de 1999 a 2002. Adulado por los abogados penalistas, tanto como denigrado por los jueces de instrucción, el presidente Azibert anuló varios dossieres de instrucción de importante calado, citando errores de procedimiento y defectos de forma, y por ello se ganó el apodo de « anulador ».

Hombre de contactos, Azibert dirigió la administración penitenciaria (de 1996 a 1998) y la Escuela Nacional de la Magistratura (de 2002 a 2005). Después fue promovido por Sarkozy como secretario general del Ministerio de Justicia (de 2008 a 2010). Habiendo alcanzado la edad de jubilación en 2012, Gilbert Azibert fue milagrosamente prorrogado en el Tribunal de Casación por decreto de Nicolas Sarkozy el 9 de mayo de 2012, justo después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y antes de la investidura de François Hollande.

No hay movilización sin confianza
No hay confianza sin verdad
Apóyanos