La decisión de movilizar las tropas, el sábado 22 de marzo, para contener las manifestaciones de los « chalecos amarillos » en París, no tiene precedentes desde las grandes huelgas de 1947-1948. Año tras año, los movimientos sociales son criminalizados y las libertades ultrajadas. Hombre sin límites y sin memoria, Emmanuel Macron traspasa una nueva frontera.
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¿Tenemos en cuenta únicamente esta opción de una gravedad extrema? La decisión de anunciar el refuerzo del « dispositivo Centinela » –entre 7.000 y 10.000 soldados– y su despliegue este sábado 23 de marzo contra las posibles manifestaciones de los« chalecos amarillos » en París supone una ruptura histórica en el orden republicano. La escenificación de esta decisión del poder refuerza más esta apreciación.