En 1917, Lenin bailó en la nieve. El líder bolchevique estaba loco de alegría por que el poder revolucionario durara un día más que la Comuna de París -que había pervivido poco más de dos meses-. Sí, las revueltas podían aguantar, la maldición se había roto...
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En 1917, Lenin bailó en la nieve. El líder bolchevique estaba loco de alegría por que el poder revolucionario durara un día más que la Comuna de París -que había pervivido poco más de dos meses-. Sí, las revueltas podían aguantar, la maldición se había roto...
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