De nuestro corresponsal en Estambul (Turquía).- La crisis diplomática con Rusia –después de que el pasado 24 de noviembre dos cazas turcos destruyeran en la frontera turco-siria un avión ruso– le está pasando factura a Turquía. Se ‘invita’ a los turistas rusos (los más numerosos, sólo por detrás de los alemanes) a boicotear las playas turcas. El suministro de gas se ve amenazado. Medidas todas ellas que enturbian un panorama ya de por sí sombrío.
En poursuivant votre navigation sur Mediapart, vous acceptez l’utilisation de cookies contribuant à la réalisation de statistiques et la proposition de contenus et services ciblés sur d'autres sites.
De nuestro corresponsal en Estambul (Turquía).- La crisis diplomática con Rusia –después de que el pasado 24 de noviembre dos cazas turcos destruyeran en la frontera turco-siria un avión ruso– le está pasando factura a Turquía. Se ‘invita’ a los turistas rusos (los más numerosos, sólo por detrás de los alemanes) a boicotear las playas turcas. El suministro de gas se ve amenazado. Medidas todas ellas que enturbian un panorama ya de por sí sombrío.
Continúe su lectura, solamente por 1 euro ! Me subscribo
Está suscrito?
Iniciar la sesión
No está registrado?
Registrarse
Elija una oferta de suscripción para leer todo Mediapart.
Registrarse