El postfranquismo existe, habita en chats, en cafeterías, en sobremesas familiares y en misivas que el rey recibe y a las que no responde (que sepamos), y ese rasgo distingue al nacionalpopulismo español de otros movimientos. España es el único país en el que ser demócrata no equivale a ser antifascista. Análisis de Jesús Maraña, director de infoLibre, socio editorial de Mediapart, sobre el chat de ‘La XIX del Aire’, un grupo de mensajería integrado por altos cargos del Ejército retirados.
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ElEl vendaval desatado por la investigación de nuestra compañera Alicia Gutiérrez en infoLibre, socio editorial de Mediapart, sobre el chat de ‘La XIX del Aire’ (ver aquí) corre el riesgo de que el ruido de las bravuconadas cuarteleras difuminen el asunto de calado que denotan. Del mismo modo que se sostiene que « Vox es el PP con tres cubatas », hay demasiadas voces (políticas y mediáticas) interesadas en trasladar que esos militares retirados son « Vox con siete carajillos ». Una especie de panda de bocazas que después de desahogar sus peores instintos en un chat colectivo demuestran una chusca cobardía al emplear excusas de cuñados como « quizás alguien me cogió el móvil » o « no me acuerdo de eso » o « estábamos de cachondeo ».