La canciller alemana ha reconocido su responsabilidad en la reciente debacle electoral regional de su partido frente a la ultraderecha. Los tiempos han cambiado e, incluso en las filas de la CDU, son muchos los que sueñan con deshacerse de ella.
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DeDe nuestro corresponsal en Berlín (Alemania).- Tras el excelente resultado electoral del domingo 4 de septiembre, la alegría y la esperanza de los dirigentes del partido Alternativa para Alemania (AfD) no tienen límites. « Aquí en [el estado de] Mecklemburgo-Pomerania Occidental, hemos hecho historia. La guinda del pastel ha sido que el AfD haya obtenido mejor resultado que la CDU. Estamos ante el fin del reinado de Angela Merkel », aseveró el líder local de la formación AfD Leif Eric Holms. Para su homólogo de Baja Sajonia, Armin-Paul Hampel, el AfD es simple y llanamente « el partido heredero de la CDU ». El copresidente del partido Jörg Meuthen, por su parte, ha llegado a decir que su formación puede prepararse ya para gobernar Alemania: « A largo plazo, queremos dirigir este país », declaró para precisar, acto seguido, que el partido no tiene prisa pero que saldría en respuesta a las demandas, « idealmente tras las elecciones legislativas ». Y añadió, con certidumbre y alegría: « No tendremos necesidad de ir a buscar las ofertas, van a llegar por sí solas ».