A pesar de la represión cada vez más violenta, con un balance de más de 100 muertos y 4.000 heridos, las manifestaciones continúan en varias ciudades iraquíes. Desde el pasado viernes 4 de octubre, los francotiradores han entrado en escena. Por primera vez, el conflicto, que enfrenta a jóvenes chiitas con un gobierno de la misma religión, no es interconfesional.
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¿Quiénes son y quiénes les dirige? Nadie lo sabe con certeza pero, desde el viernes 4 de octubre, se ocultan en las calles de Bagdad para matar, fría y metódicamente, apuntando a la cabeza y eligiendo minuciosamente sus objetivos entre los manifestantes. Algunos acusan, a través de las redes sociales, a francotiradores de élite de la policía; otros a células inactivas del Estado Islámico (EI). Otros, más numerosos, apuntan a milicias proiranís que campan por todo el territorio iraquí y a quienes ya se ha visto disparar a la muchedumbre. No hay ninguna certeza, pero la entrada en escena de francotiradores demuestra que Iraq se encuentra atrapada en una espiral de violencia cada vez más incontrolable.