Tras la derrota del Estado Islámico (EI) en Iraq y en Siria, cerca de 3.000 yazidíes, mujeres, niñas y adolescentes, permanecen aún desaparecidas. Muchas familias de esta minoría de habla kurda querían creer que la caída de Baghouz a finales de marzo, el último enclave yihadista importante sirio, cerca de la frontera iraquí, iba a permitirles volver a encontrar a una hermana, una hija o una madre.
Está suscrito?
Iniciar la sesión
No está registrado?
Registrarse
Elija una oferta de suscripción para leer todo Mediapart.
Registrarse