Una vez existió el « Gran Medio Oriente », esa doctrina del expresidente George W. Bush, que creía que podía democratizar la región a tiros y que, al destruir la Administración iraquí en 2003, sumió a la región en un caos del que todavía no ha salido. En cambio, con Obama, Estados Unidos vio Oriente Medio en pequeño. Desde 2009-2010, a raíz del evidente fracaso de las tentativas por relanzar el proceso de paz israelo-palestino, el objetivo de la Administración es conocido: hacer lo menos posible para comprometerse lo mínimo en Oriente Medio.
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