Los acontecimientos que rodean al atentado doble perpetrado en Barcelona y Cambrils, y las revelaciones que a posteriori han visto la luz producto de las pesquisas policiales, plantean una serie de incógnitas respecto a la eficacia de la lucha antiterrorista y sus efectos. Las piezas del rompecabezas van aflorando a medida que avanza la investigación, y sólo el tiempo y los medios necesarios consiguen hacerlas encajar. Éstas son las principales cuestiones a revisar una vez se van esclareciendo los hechos.
- 1. ¿Se habría podido vincular antes la explosión en Alcanar con un posible atentado?
El primer paso del recorrido se encuentra en Alcanar (Tarragona). La localidad quedó marcada por una explosión que el miércoles 16 de agosto, a las 23:17 horas, sacudió la urbanización Montecarlo. El estruendo provenía de un chalé irregularmente ocupado, propiedad del Banco Popular, cuyas instalaciones eran –según se sabría a posteriori– la base de operaciones de los terroristas que organizaron los atentados.
Durante la madrugada del jueves, bomberos y Mossos d'Esquadra se trasladaban al escenario para iniciar la investigación, que en un primer momento apuntaba a « una gran acumulación de gas » en el recinto. Mientras las autoridades desarrollaban sus labores, se produjo una segunda explosión como consecuencia del impacto de una retroexcavadora que retiraba parte de los escombros.
A primera hora de la tarde del jueves 17, a las 16.50 horas, tuvo lugar el atentado en las Ramblas de Barcelona, y esa misma noche, en torno a las 23.00 horas, el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, confirmó que el ataque estaba relacionado con la explosión de la casa de Alcanar. Horas después, en la madrugada del viernes, revela un hecho clave: acaba de tener lugar un nuevo atentado en Cambrils. « Operativo policial en marcha en Cambrils por posible atentado terrorista », señaban los Mossos a la 1:32 horas. Posteriormente, a las 3:07 horas, las autoridades empiezan a atar cabos: « Trabajamos con la hipótesis de que los terroristas abatidos en Cambrils estarían relacionados con los hechos registrados en Barcelona y Alcanar ».
Surge, entonces, la pregunta obvia: ¿era posible haber relacionado con un mayor margen de tiempo la explosión de Alcanar con un posible atentado? Este lunes Trapero aseguró que, cuando los servicios de emergencias y la policía llegaron a la casa de Alcanar, no encontraron indicios de que se fabricaran bombas ni preparasen un atentado: « Cuando accedieron, hicieron lo que tenían que hacer, que es proteger a las personas y atender a los malheridos ».
Los expertos en seguridad consultados por infoLibre, socio editorial de Mediapart, Chema Gil y Rafael Calduch, coinciden en defender la labor policial desarrollada por los Mossos d'Esquadra. « La actuación no sólo fue la correcta, sino que necesariamente tenía que ser la que fue », destaca Gil, quien subraya lo necesario de entender el escaso margen temporal con el que se contaba. « Hay que tener en cuenta que se produce la explosión de madrugada », continúa, y « cuando se va a producir la inspección ocular, hay una segunda explosión por la que resultan heridos Mossos y bomberos ». Por este motivo, agrega, « se bloqueó todo el acceso hasta garantizar la seguridad de la zona », y « sólo en ese momento » la investigación comienza a dar frutos.
Rafael Calduch, en sintonía con lo expresado por Gil, advierte de la « tremenda tentación » de, una vez esclarecidos los hechos, « insinuar que quienes investigaban los acontecimientos sabían qué iba a ocurrir ». A su juicio, la explosión requería de una actuación pausada y meticulosa que en ningún caso podría haber sido más competente de lo que fue.
- 2. ¿Cómo es posible albergar más de un centenar de bombonas en una vivienda?
Durante el mediodía del lunes fueron retiradas del chalé más de cien bombonas de butano halladas en el centro de operaciones terrorista. Según informó el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, en rueda de prensa, las tareas de rastreo de los escombros podrían durar « días o incluso semanas ».
El número de bombonas hallado en la vivienda resulta tan elevado que pone sobre la mesa otro interrogante: ¿cómo es posible que no levante sospechas la posesión de más de un centenar de bombonas?
Rafael Calduch entiende oportuno recordar que se trataba de una vivienda ocupada. « Es imposible llevar a cabo un control efectivo sobre lo que ocurre en cada una de las viviendas ocupadas que existen » en territorio español, considera. Es « evidente », añade, que en este caso el control era nulo. En todo caso, el experto en seguridad sostiene que « esa cantidad desproporcionada de bombonas es tan grande, que cuesta relacionar su uso con un atentado », para el que bastarían « ocho o diez bombonas ». A su entender, los individuos que operaban desde la localidad tarraconense « probablemente se dedicasen al trapicheo, y probablemente parte de las bombonas eran robadas y luego las revendían ».
- 3. ¿Se vigiló lo suficiente al cerebro de la operación?
El imán Abdelbaki Es Satty fue señalado como sospechoso de ser el líder de la célula terrorista el pasado sábado. El individuo, de aproximadamente 40 años de edad, era un salafista radical que había pasado por prisión, donde presuntamente tuvo contacto con un sospechoso buscado por acusaciones de terrorismo y relacionado con el 11M. Según ha confirmado la Fiscalía belga, el terrorista se desplazó a Bélgica con el fin de buscar empleo, pero sus pretensiones quedaron frustradas después de que se negara a aportar un documento para acreditar que carecía de antecedentes penales.
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En el año 2015, Es Satty fue contratado como imán en una de las dos mezquitas de Ripoll (Girona). El centro de oración fue registrado por las autoridades hace dos meses, en el marco de un control rutinario, pero no se hallaron indicios que hicieran sospechar a las fuerzas de seguridad. Este mismo lunes, Trapero confirmó que el imán salafista que organizó los atentados falleció durante la explosión de Alcanar. Por su parte, el alcalde de Ripoll, Jordi Munell (Junts pel Sí), criticó que el CNI y el Estado español no comunicasen los antecedentes del imán.
El grado de control sobre el imán despierta controversia entre los expertos. Tal y como explica Chema Gil, « en España no existe capacidad para hacer investigaciones prospectivas pasivas ». Para controlar a una persona por posible radicalización yihadista, « tiene que existir información al respecto » y únicamente « cuando alguien tiene conocimiento de una posible vinculación » se procede a ejercer un control meticuloso. « Seguramente este señor dentro de lo que es la mezquita no ha radicalizado a nadie », sino que por el contrario « habrá desarrollado una conducta opaca de engaño, de tal manera que el adoctrinamiento se habrá producido fuera, en reuniones absolutamente clandestinas, en los sitios más insospechados ».