La radicalidad de derechas se encuentra en un punto decisivo en Europa. A simple vista, parece aumentar. Pero tanto en lo que respecta a su peso político como a la violencia, la situación tiene matices. Con una paradoja: encontrar las razones de esta progresión no supone minimizar la importancia del riesgo de seguridad que supone este movimiento, sino todo lo contrario. Ahora que durante el registro de una célula neonazi italiana armada se halló un misil qatarí, varios informes recién publicados arrojan luz sobre la amenaza terrorista de la ultraderecha en plena estructuración.
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