De nuestro corresponsal en New York (Estados Unidos).- La guerra ha comenzado. Tan sólo tres días después de la ceremonia de investidura, mientras el nuevo presidente se ensañaba con la prensa y comenzaba a enmendar todos los logros de la era Obama para contentar a su electorado más duro, sus opositores trabajaban ya en la contraofensiva. Un grupo de destacados juristas de Washington –dirigidos por el exasesor de Obama en cuestiones éticas, Norman Eisen, y por un respetado experto en Derecho Constitucional, Laurence Tribe–, lo han denunciado por infringir la Constitución. ¿El motivo? Los pagos que va a seguir recibiendo, procedentes de Estados extranjeros, durante su mandato, dado que no liquidó su imperio inmobiliario antes de tomar posesión.
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