Por momentos en el último año pareció que Mariano Rajoy iba a tener que abandonar el Palacio de La Moncloa para dar paso a otro presidente del Gobierno. Pero su resistencia se ha demostrado una vez más una estrategia ganadora, dicen los suyos. Una resistencia que, no obstante, no habría tenido ningún fruto de no ser por el empuje del Partido Socialista en forma de abstención.
Está suscrito?
Iniciar la sesión
No está registrado?
Registrarse
Elija una oferta de suscripción para leer todo Mediapart.
Registrarse