Relatos de testigos presenciales, documentos facilitados por cargos políticos locales y fotografías aportan pruebas de la implicación de "instructores blancos" en los abusos cometidos por el Ejército del país africano. Las fuentes consultadas por Mediapart concluyen que elementos de la empresa privada rusa Wagner operan en el país desde principios de año en apoyo de las tropas en su lucha contra el yihadismo.
Presentada como un « éxito » por el Ministerio de Defensa francés, la operación Sangaris se retiró de la República Centroafricana, a finales de octubre de 2016, dejando tras de sí múltiples denuncias de violaciones y agresiones sexuales, incluyendo el abuso de menores. Mientras la justicia francesa investiga estas acusaciones, la lista de víctimas continúa aumentando.