Ni rastro del espíritu corrosivo de Charlie Hebdo, ni del espíritu integrador del 11 de enero de 2015, una marcha histórica contra el terrorismo. Tres años después del atentado contra el semanario satírico, la jornada conmemorativa, bautizada con el lema «Siempre Charlie », dejó la « memoria » en un segundo plano. Ahora, el espíritu Charlie Hebdo se ha convertido en la bandera de un nuevo espacio político y mediático cuyo « combate » cultural se resume en la defensa de la laicidad.
En poursuivant votre navigation sur Mediapart, vous acceptez l’utilisation de cookies contribuant à la réalisation de statistiques et la proposition de contenus et services ciblés sur d'autres sites.