Mediapart investiga cómo se negocia el reparto de los migrantes que llegan a bordo del Aquarius, el Lifeline o el Sea Watch una vez desembarcados en tierra firme. Desde que Italia cerró sus puertos se han improvisado ocho acuerdos de reparto. ¿Cuál es el resultado? Apenas 850 refugiados han sido reubicados y 16 Estados miembros permanecen ausentes.
Entre 2008 y 2017, 122.622 migrantes entraron ilegalmente en España, una cifra irrisoria frente a los 3,4 millones que lo hicieron de manera legal. La falta de cifras oficiales sobre el número de « sin papeles » favorece las hipótesis alarmistas. Sin embargo, las políticas de expulsión sitúan a España como un país de tránsito. Según los expertos consultados por infoLibre, socio editorial de Mediapart, los riesgos de una « burbuja migratoria » son ínfimos.
La eurodiputada Marie-Christine Vergiat denuncia la responsabilidad de la Unión Europea en el problema de la inmigración al dejar, hace seis años, que Italia gestionase sola la acogida de migrantes en Europa, con los daños políticos conocidos. En 2013, el Consejo Europeo solo contribuyó con cinco millones a las operaciones de rescate en alta mar, mientras que Italia tuvo que financiar los 95 millones restantes.
Tras el cierre de los puertos italianos al buque Aquarius, con 629 inmigrantes a bordo, el nuevo Ejecutivo español, liderado por el socialista Pedro Sánchez, anunció su voluntad de recibir a estas personas « abandonadas a su suerte ». Un gesto que marca un cambio en la política migratoria española y que debería, según los expertos consultados por infoLibre, socio editorial de Mediapart, transformarse en medidas políticas más concretas.