Desde el lunes 22 de agosto, se celebra en Génova la segunda conferencia internacional del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), una iniciativa cuyo objetivo es prohibir las exportaciones de material militar a países o grupos susceptibles de cometer crímenes de guerra. Varias organizaciones internacionales denuncian las entregas de París a Arabia Saudí.
El Ejecutivo concedió licencias para exportar material bélico español por importe de 10.676 millones de euros frente a los 3.666 millones de 2014. España, una vez más, autorizó en 2015 la venta de armas a estados bajo sospecha como Bahréin, Colombia, Egipto, Irak, Israel, Pakistán, Venezuela y Ucrania.
La falta de control de las armas en Eslovaquia ha permitido que estas sean exportadas o traficadas a países dentro y fuera de Europa - y así han conectado con los ataques terroristas de París en enero de 2015. Mientras la nueva legislación eslovaca avanza hacia una mayor restricción a la venta de armas inutilizadas que pueden ser reactivadas, el problema continúa. Investigación de la red European Investigative Collaborations (EIC).
Según un informe hecho público por el Ministerio de Economía, España exportó armas a Arabia Saudí, Libia o Marruecos. Un negocio que reportó al país un total de 3.203 millones de euros, lo que le convierte en el sexto mayor proveedor de armas a nivel mundial.
El gasto militar cae o permanece estable en Europa Occidental y en Estados Unidos, pero aumenta en Asia, África y en Oriente Próximo. Los principales compradores son países como India y Arabia Saudí. Todo un chollo para los Estados vendedores de armas. Entre ellos Francia, ahora en quinta posición entre los comerciantes de armamento.