Protestantes, unionistas y lealistas, constituyen la mitad de la población de Irlanda del Norte. La nueva frontera en el mar de Irlanda, que amenaza su identidad británica, les preocupa, y su irritación aumenta.
Si bien la Comisión Europea ha convertido el « Green Deal » en su prioridad, el Brexit ha dejado al grupo parlamentario de Los Verdes por detrás de la ultraderecha en Estrasburgo. Ciertos diputados ecologistas quieren relanzar las negociaciones con los diputados del Movimiento Cinco Estrellas para limitar los daños.
Mientras el preámbulo del Tratado de Roma hablaba de una « unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa », la salida de Reino Unido de la Unión Europea, tres años y medio después del referéndum, demuestra que es posible deconstruir Europa. ¿El riesgo de propagación es creíble?
La salida del príncipe Guillermo y de su esposa Meghan de la « firma » –el nombre con el que la Casa Real británica le gusta denominarse a sí misma– parece una metáfora del darwinismo social derivado del Brexit. Los partidarios de la salida de la Unión Europea hacen soplar vientos de chovinismo en Reino Unido.
Mientras este martes se inaugura el Foro de Davos, un colectivo de activistas organizaron, el viernes 17 de enero, una excursión por las calles de la City, en Londres, para alertar sobre el impacto del Brexit en la lucha contra los paraísos fiscales y el aumento de las desigualdades. Temen que Londres se transforme en un « Singapur sobre el Támesis ».
A los dos lados del canal de la Mancha, los espías se movilizan para garantizar que el Brexit tenga el menor impacto posible en las labores de cooperación, especialmente en la lucha contra el terrorismo. Un Brexit sin acuerdo podría poner en peligro el intercambio de informaciones entre los servicios de inteligencia británicos y los europeos.
Horas antes de la celebración del Consejo Europeo, la Unión Europea y Boris Johnson anunciaron, este jueves 17 de octubre, un nuevo acuerdo sobre el Brexit « justo y razonable », en palabras del negociador de los 27 miembros, Michel Barner. Sin embargo, el primer ministro británico aún tiene que conseguir el apoyo de una mayoría en Londres.
Al declarar « nula y sin efecto » la suspensión del Parlamento por parte de Boris Johnson, el Tribunal Supremo no sólo ha debilitado al primer ministro. También ha sido un duro golpe para el estatus de la jefa del Estado, la reina Isabel II, en un momento especialmente frágil de su reinado.
El Partido del Brexit, dirigido por el eurodiputado de extrema derecha Nigel Farage, aparece con mucha energía a las puertas de las elecciones europeas, que se celebran este jueves 23 de mayo en Reino Unido. La frustración de parte del electorado británico frente al estancamiento del Brexit no es la única razón de este aparente éxito: desde 2016, Farage recibe el apoyo financiero de un personaje muy controvertido, Arron Banks.
Una nueva enmienda, que prepare el terreno para ampliar las negociaciones sobre la salida de la UE hasta finales de 2019, podría ser aprobada pronto. El Laborismo encarnado por Corbyn, da un paso más hacia la posibilidad de celebrar un segundo referéndum.
Este 2019, las ausencias marcan el Foro de Davos. Por primera vez desde su creación en 1971, no habrá ninguna delegación de representantes estadounidenses. El presidente chino también ha anulado su visita, al igual que la primera ministra británica debido al Brexit o Emmanuel Macron por la crisis social protagonizada por los « chalecos amarillos ». Algo parece haberse roto, quizás de forma irremediable, en el relato de la mundialización feliz.
El líder laborista, que hace todo lo posible por culpar a los conservadores de un Brexit que se anuncia desastroso, está sometido a la presión de sus propios partidarios, que apoyan la celebración de un segundo referéndum.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea adoptaron formalmente este domingo el acuerdo que establece las condiciones técnicas del divorcio con Reino Unido. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para que la adopción del texto sea definitiva.
Este martes 25 de septiembre, los miembros del Partido Laborista, reunidos en Congreso en Liverpool, deben pronunciarse sobre un eventual segundo referéndum sobre el Brexit. Jeremy Corbyn se opone a la iniciativa, pero precisa que apoyará la posición de la mayoría.
La dimisión de David Davis, el pasado domingo, seguida de la de Boris Johnson, el lunes a mediodía, relanza la crisis en la que la jefa del Ejecutivo se encuentra estancada: el partido conservador es incapaz de superar las divisiones en torno al Brexit. Más allá de las ambiciones políticas de Johnson, el país parece encontrarse, más que nunca, en un callejón sin salida.