En una entrevista concedida a Mediapart, en vísperas de las elecciones parlamentarias en Cataluña, el expresidente asegura estar convencido de haber ganado la batalla legal emprendida por Madrid sobre su extradición. También pide a los eurodiputados, que deben votar sobre la suspensión de su inmunidad, que envíen « una señal política fuerte » a España.
Las tensiones sociales en el mundo convergen en varios puntos comunes: el rechazo de las desigualdades y la pérdida de control democrático. El motor de las protestas podría ser la falta de pertinencia del neoliberalismo para dar respuesta a los desafíos actuales, agravando su propia crisis y abriendo la puerta al enfrentamiento.
infoLibre, socio editorial de Mediapart en España, analiza los puntos clave de la histórica sentencia del Tribunal Supremo en el juicio del procés. Los siete magistrados de la Sala de lo Penal del Alto Tribunal han impuesto penas de entre 9 y 13 años de cárcel a los nueve líderes independentistas catalanes condenados por sedición.
Uno puede estar a favor o en contra de la independencia de Cataluña. Pero frente al juicio contra doce líderes independentistas, uno solo puede sentir indignación. Los acusados se enfrentan a condenas de entre siete a veinticinco años de prisión. No por actos de terrorismo o intento de golpe de Estado. Sino por haber liderado un proceso político frente a instituciones heredadas del franquismo.
A lo largo de tres meses y desde este mismo martes 12 de febrero, las defensas de los doce líderes independentistas buscarán desmontar las acusaciones de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos. La gran mayoría lo hará, sin embargo, con la vista puesta en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el escenario donde se muestran convencidos de que se desarrollará la batalla final.
Se enfrenta a cargos que pueden traducirse en 17 años de prisión. Es uno de los 12 independentistas catalanes acusados de rebelión vis-à-vis del Estado español. En una entrevista concedida a Mediapart en la prisión de Lledoners, esta figura de la sociedad civil catalana, muy crítica con la monarquía española, explica por qué quiere convertir su proceso judicial, que debería comenzar a finales de este mes de enero en Madrid, en un caso de respeto de los derechos fundamentales.
El ex primer ministro francés, Manuel Valls, se ha rodeado de una quincena de concejales y multiplica sus cenas en Barcelona. El objetivo: preparar las elecciones municipales que tendrán lugar el próximo mes de mayo. Frente a los independentistas, Valls quiere ser el « candidato del orden ». Sin embargo, el ex jefe del Ejecutivo galo continúa retrasando su decisión, consciente del riesgo de fracaso. Fruto de la derecha dura, uno de sus principales asesores suscita ya polémica.
En un ambiente de creciente tensión, con protestas en la calle, los partidos rediseñan sus estrategias en busca de una solución que permita salir del impasse en el que ha entrado la política catalana. Análisis de Fernando Varela, periodista del diario infoLibre, socio editorial de Mediapart en España.
El independentismo repite mayoría absoluta en el Parlament y Ciudadanos, favorable a la unidad de España, se convierte en el partido más votado en Cataluña. Los resultados de este 21-D son un mazazo para el dontancredismo ejercido por Mariano Rajoy, pero también demuestran la magnitud de un problema político que se complica aún más por la actuación judicial contra Puigdemont y otros dirigentes soberanistas. El plebiscito sobre la independencia y el 155 deja absolutamente abierto el conflicto.
La votación de este jueves, convertida de hecho en un plebiscito sobre el futuro de Cataluña, tiene que decidir si premia o castiga la estrategia unilateral del independentismo catalán. Los votantes también juzgarán a los partidarios del artículo 155 y decidirán quién va a liderar a partir de ahora cada uno de los bloques que dividen la política catalana.
El 21D, fecha en la que se celebrarán las elecciones autonómicas catalanas, no es una disputa entre dos bloques homogéneos. Existe una pluralidad de voces y tendencias en Cataluña, incluso dentro del independentismo, y en España. El problema no es Cataluña, sino España. Cataluña sería un síntoma de una enfermedad mayor. Análisis de Ramón Lobo, periodista y colaborador de infoLibre, socio editorial de Mediapart, sobre la situación actual de la política española.
Lo único claro a día de hoy es que el 21-D no se celebrarán unas elecciones autonómicas « normales ». ¿Cómo va a ser « normal » que la disputa por el liderazgo nacionalista se produzca entre un fugado y un preso preventivo? Jesús Maraña, director de infoLibre, socio editorial de Mediapart en España, analiza el inédito escenario en el que arranca la campaña electoral catalana.
El independentista Oriol Junqueras, exvicepresidente catalán y candidato de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) a las elecciones del 21D, permanecerá en prisión, mientras que seis exconsejeros regionales han sido puestos en libertad bajo fianza por el Tribunal Supremo. La decisión judicial aumenta la tensión en el inicio de la campaña, que comenzará este martes 5 de diciembre.
El Ejecutivo español insiste en que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actuaron « siguiendo las instrucciones del Poder Judicial » de forma « prudente, apropiada y proporcionada » el pasado 1 de octubre, cuando se celebró el referéndum ilegal sobre la independencia de Cataluña. Humans Right Watch, Amnistía Internacional, el Consejo de Europa y Naciones Unidas censuraron los abusos policiales.
Empieza a cundir el temor en distintos ámbitos de la izquierda española, de forma transversal y por encima de las siglas, acerca de las consecuencias electorales que podría provocar la crisis catalana.