William Burns, responsable de los servicios de inteligencia de EEUU, sostiene que el presidente ruso basó su análisis estratégico en evaluaciones que han resultado erróneas para lanzar a Rusia a una guerra que no puede ganar. Ahora, con el crédito internacional seriamente dañado, busca una salida a la crisis.
La prisión de Guantánamo entra en su vigésimo año de existencia. 40 personas permanecen detenidas entre sus muros, 15 de ellas lo están desde su apertura, en 2002. El fiasco de los tribunales militares y el horror judicial construido impiden cualquier liberación y violan todos los derechos. El presidente electo, entre otros muchos congresistas demócratas, tendrá que hacer frente al Ejército y a la CIA para poner fin a este escándalo.
Durante su reclusión en la Embajada de Ecuador en Londres, cada movimiento y conversación de Julian Assange fueron grabadas por las cámaras de una empresa española encargada oficialmente de la seguridad del recinto, pero, bajo cuerda, controlada por la CIA. Las visitas del fundador de Wikileaks también fueron vigiladas, entre ellas el abogado francés Juan Branco, que presentará una denuncia contra X.
Documentos publicados por WikiLeaks revelan que la agencia estadounidense suministró, en 2009, ordenadores y software de biometría a ciertos servicios de inteligencia de países amigos. Lo que estos no sabían es que la CIA había equipado estos « regalos » con una herramienta que permitía a la agencia estadounidense recuperar los datos biométricos recopilados.
La Administración de Bush generalizó, tras el 11-S, el empleo de agresivas « técnicas de interrogatorio reforzadas » para luchar contra el terrorismo. Los presos de Guantánamo y de Abu Ghraib fueron golpeados, pero también violados y agredidos sexualmente. Esta investigación forma parte de la operación « Zero Impunity », contra la impunidad que protege a los autores de violencias sexuales en conflictos armados.
Un extraño informe, que data de algunos meses, relata que Moscú « controlaría » al futuro presidente de Estados Unidos gracias a presuntas pruebas de excesos sexuales. ¿Las agencias de inteligencia estadounidenses, que han transmitido este informe a Obama, a Trump y a diferentes diputados, tratan de avergonzar al multimillonario?
« No se trata de lo que hacemos a nuestros enemigos, se trata de nosotros. Se trata de quiénes somos, de quiénes hemos sido y de quiénes esperamos ser. Se trata de la manera en que nos presentamos ante el mundo. » Esta frase, pronunciada por el senador John McCain tras la publicación del informe sobre las torturas cometidas bajo la administración Bush, subraya que los errores de la CIA no son solo atribuibles a la agencia, sino a toda la nación.
Han sido necesarios cuatro años de investigaciones para que vea la luz un informe del Senado de EEUU que pone en evidencia a la CIA. Este documento desvela las técnicas de tortura aplicadas tras el 11 de septiembre de 2001, y deja patente las mentiras y los fallos en la lucha contra el terrorismo.
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