¿Cómo reaccionan los investigadores ante la cruzada de Trump contra la ciencia especializada en el clima y contra la ciencia en general? Entrevista al climatólogo Hervé Le Treut, profesor en la Universidad Pierre-et-Marie-Curie y director del Instituto Simon Laplace.
El acuerdo sobre el clima alcanzado la semana pasada no sólo establece un nuevo régimen jurídico dirigido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que alumbra un nuevo mapa de actores, alianzas y de relaciones de fuerzas entre países.
Con independencia del resultado de la cumbre del clima COP21, este 2015 va a pasar a la historia como el año de la explosión de las energías renovables, especialmente del sector eólico.
Este es el punto más importante de las negociaciones sobre el clima y, sin embargo, es el menos discutido fuera del círculo de los especialistas. Técnica, sensible, opaca, la cuestión de la financiación refleja la violencia del enfrentamiento entre tres mundos: las viejas potencias industriales, las potencias emergentes y los países más pobres, olvidados para siempre.
Aunque la mayoría de los compromisos de los países participantes en la COP21 son insuficientes para alcanzar el objetivo de un calentamiento global inferior a 2°C, Dinamarca ambiciona una economía « neutra en carbono » de aquí a 2050. ¿Se trata de un reto imposible?
La destrucción del medioambiente a costa del crecimiento económico chino es uno de los puntos clave que se trataran a partir de este lunes en la 21ª Cumbre del Clima.
Nosotros somos responsables de la catástrofe climática. Sin embargo, una máquina de irresponsabilidad se ha puesto en marcha: la concepción del clima como algo externo a nosotros mismos, sin relación con nuestras políticas públicas, nuestro estilo de vida, nuestras opciones electorales, nuestra visión del desarrollo.
La financiación de la lucha contra el cambio climático sigue siendo uno de los aspectos más conflictivos y más sensibles de las negociaciones. En lo que concierne a este punto esencial, Francia está lejos de ser un ejemplo.
Bill McKibben, cofundador del movimiento 350.org, que apela a la « desinversión » en combustibles fósiles para luchar contra el cambio climático, cree que acabar con el poder de las multinacionales petroleras y del carbón es mucho más eficaz que negociar un acuerdo sobre el clima.