Donald Trump ha lanzado un nuevo ultimátum a Pekín: China tiene un mes para concluir un acuerdo comercial con Estados Unidos o se enfrentará a nuevos aranceles sobre sus exportaciones. Cogido por sorpresa, el Gobierno chino amenaza con tomar represalias. Las tensiones se acumulan con la próxima campaña presidencial estadounidenses como trasfondo.
A pesar de un fuerte repunte registrado el 26 de diciembre, los mercados financieros se han desajustado en el último mes del año. Preocupados por las perspectivas de la economía de Estados Unidos, los inversores también están alarmados por el rol de « bombero pirómano » encarnado por la administración Trump. El precio de una nueva crisis financiera sería considerable para la economía mundial, que apenas tiene mecanismos de defensa.
Ante la presión de los llamados « chalecos amarillos », el Gobierno de Emmanuel Macron asegura defender la bajada impositiva, uno de los principales reclamos del movimiento. Una retórica que lo único que hace es alimentar una movilización hostil al Ejecutivo y que resta legitimidad a los impuestos obligatorios.
Sospechoso de fraude fiscal y de haber utilizado « bienes de la empresa para fines personales », el presidente y CEO de Nissan ha sido arrestado en Japón. Hasta ahora, quien también dirige Renault, así como la alianza que une a sendos fabricantes de automóviles, había logrado sofocar todas las polémicas.
La guerra comercial iniciada por Donald Trump contra Pekín llega en un momento en el que la economía china, en plena transición, es más vulnerable que nunca. Tras intentar sanear su sistema financiero, el gobierno chino vuelve a potenciar los créditos para sostener el crecimiento. Estados Unidos sospecha que China manipula su divisa, en caída libre frente al dólar, para contrarrestar sus medidas de represalia.
El artista británico Banksy ha llevado a cabo un acto de rebelión supremo frente a la mercantilización del arte: la destrucción de su propia obra. Si bien no ha conseguido destruir su valor, si ha logrado mostrar las taras del capitalismo moderno.
En una entrevista concedida a Mediapart, el célebre Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz evoca su preocupación por las políticas de austeridad vigentes en la eurozona. Alerta también de los riesgos de las políticas de Donald Trump y de la explosión de las desigualdades, diez años después de la crisis financiera de 2008. Más que nunca, el economista apuesta por « aumentar los salarios », regular el mercado financiero y luchar contra los « monopolios ».
El presidente francés, elegido con un programa equilibrado entre el liberalismo y lo social, ha olvidado este segundo pilar para poner en marcha políticas clásicas basadas en reformas neoliberales.
Al contrario de lo que solemos escuchar, el éxito de la economía alemana no se debe a las reformas puestas en marcha en los años 2000. En una entrevista concedida a Mediapart, el economista iconoclasta Wolfgang Streeck describe el « modelo » alemán y analiza la longevidad política de Angela Merkel.
El auge de los populismos es el resultado de nuestros fracasos económicos. El trabajo se encuentra cada vez más excluido del reparto de las riquezas generadas, en beneficio del capital. Nunca antes las desigualdades han sido tan grandes. Un colapso histórico desde el advenimiento de la era industrial.
Si Donald Trump, una vez en el poder, da rienda suelta a su atávico proteccionismo, la Trump Tower podría convertirse, para la economía americana, en la torre de la catástrofe de los “nanards” de Hollywood, como lo demuestra un estudio realizado por economistas del Peterson Institute for International Economics. No se trata de una ficción. Análisis.
La incertidumbre, fruto del Brexit, ha vuelto ha provocar fuertes turbulencias en los mercados financieros. La libra y las inversiones caen en picado. Y lo que es más inquietante: el riesgo de contagio avanza en Europa. Sobre los bancos italianos se cierne la especulación. La crisis de la zona euro podría repetirse.
El país, que resistió a la crisis económica mundial de 2008, se viene abajo. Las políticas basadas en recortes han multiplicado los despidos, desencadenando un círculo vicioso. La austeridad alcanzó primero a los programas sociales y ahora llega hasta la financiación de infraestructuras.
La caída en las Bolsas, los mínimos del precio del petróleo y la situación económica en China alimentan las previsiones económicas más pesimistas para este año. Diferentes analistas coinciden en pronosticar una nueva crisis financiera similar a la de 2008.