La Covid-19 ha sacudido la campaña electoral estadounidense. Pero sobre todo ha sacado a la luz, bajo la máscara del grotesco poder de Trump, las violentas tropas de la Alt-right y las milicias supremacistas que suponen una verdadera amenaza para el escrutinio.
La socióloga de la Universidad de Berkeley Arlie Russell Hochschild ha llevado a cabo, durante cinco años, una investigación en una región conservadora de Luisiana. ¿El objetivo? Comprender el fenómeno del Tea Party. Una región donde las autoridades locales han desaparecido en beneficio de las grandes empresas petroquímicas, donde la pobreza gana terreno, donde el sentimiento de abandono se instala y donde Donald Trump ha triunfado.
Las primarias de New Hampshire han dado la victoria al demócrata Bernie Sanders frente a Hillary Clinton y a Donald Trump frente a sus contrincantes republicanos. Y, pese a que a menudo se les compara, no comparten ideología, métodos ni ambiciones.