La elección de Joe Biden viene acompañada de fuertes derrotas para los demócratas. El poder casi inexpugnable de Donald Trump nos recuerda que la extrema derecha populista sólo puede ser derrotada por proyectos políticos alternativos que pongan a los ciudadanos en el centro de su programa y defiendan una verdadera acción sobre el terreno.
Emmanuel Macron anunció la puesta en marcha de un toque de queda en la región de Île-de-France y en ocho metrópolis, donde el virus circula activamente. La situación sanitaria es « lo suficientemente preocupante » como para limitar las reuniones con amigos y familiares, pero los 20 millones de franceses afectados por esta nueva restricción tendrán que seguir trabajando.
El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TIAN) entrará en vigor dentro de unos meses. Este texto, muy cuestionado por los nueve Estados nucleares, entre los que se encuentra Francia, puede ser útil, como lo demuestra el ejemplo de los ensayos nucleares franceses realizados en Argelia.
Gérald Darmanin, investigado por recibir supuestos favores sexuales a cambio de intercesiones políticas, vinculado a un expresidente de la República triplemente acusado por los tribunales franceses, nunca debería haber tomado posesión de la cartera. Desde su ascenso, su comportamiento demuestra que su salida del Gobierno es una cuestión de bienestar público.
Desde el anuncio del nuevo Gobierno, el nombramiento de Gérald Darmanin como ministro del Interior no deja de indignar a las redes feministas, las manifestaciones en contra de su ascenso tampoco cesan. Emmanuel Macron responde refugiándose en el terreno legal. El debate es también ético y político.
Durante la cumbre de la UE en Bruselas, que comenzó el pasado viernes, se prevé la financiación de un plan de reactivación económica de 750.000 millones de euros. Mientras tanto, ciertos eurodiputados advierten de la falta de un verdadero control de las ayudas concedidas a determinados Estados. El primer ministro checo Andrej Babis se encuentra en el punto de mira.
Con el nombramiento de personalidades cercanas a Nicolas Sarkozy en puestos clave, el Gobierno elegido por Emmanuel Macron confirma su derechización. Eligiendo a Jean Castex como primer ministro, el Elíseo ha terminado desdibujando dicho cargo, concentrando todos los poderes en el presidente de la República.
En Francia, un presidente desgastado puede cambiar la situación gubernamental por su propio placer político. Este presidencialismo nos embrutece e infantiliza. En una democracia inteligente y adulta, estos cambios serían el resultado de elecciones colectivas, las de la mayoría parlamentaria o del partido mayoritario.
Según las escuchas judiciales a las que Mediapart ha tenido acceso, Michel Platini, implicado en varios affaires relacionados con la FIFA, afirmó en 2019 que Emmanuel Macron se había comprometido a « ayudarle » judicialmente. El presidente de la República también recibió discretamente a quien fuera Balón de Oro en el Palacio del Elíseo, en presencia del periodista Jacques Vendroux, quien asegura que sus asuntos legales fueron evocados. El Elíseo desmiente.
El domingo por la noche, el partido presidencial sufrió un fuerte revés electoral. Ahora, Emmanuel Macron quiere pasar página lo antes posible e intentar relegitimarse en un campo de ruinas. Entre sus partidarios, algunos ya no creen en su estrategia.
Como guardianes de la paz pública, la policía es el espejo de un Estado. Cuando el racismo la gangrena, es porque el poder, sus cúspides y sus élites, están enfermas, infectadas por un odio sordo hacia la democracia, el pueblo, la igualdad. Esta constatación es válida para Francia, no sólo para Estados Unidos.
Presidente del desorden, la penuria y las mentiras, Emmanuel Macron fracasó en sus deberes ante la prueba del Covid-19. La destitución de este presidencialismo arcaico es un imperativo político para fundar una verdadera República.
El Gobierno, incapaz hasta la fecha de conocer la capacidad de los laboratorios de su territorio para realizar test, recurrió a una consultora privada para realizar una auditoría. Investigación sobre el desastroso pilotaje de los test Covid-19 en Francia.
Escasez disimulada, instrucciones sanitarias fútiles, propuestas de importación desatendidas, existencias insuficientes, empresas privilegiadas: basándose en numerosos testimonios y documentos confidenciales, una investigación de Mediapart revela la caótica gestión del Estado, entre enero y nuestros días, sobre el aprovisionamiento de un material crucial para hacer frente a la crisis sanitaria: las mascarillas. Lejos de admitir la falta de stocks, numerosas mentiras han tratado de ocultar la penuria. Mientras tanto, cientos de trabajadores del sector sanitario han sido contaminados en Francia.
Varios médicos de los dos consejos científicos que acompañan al Gobierno de Francia en la toma de decisiones estratégicas para tratar la Covid-19, mantienen relaciones de interés con la industria farmacéutica. Según nuestras informaciones, ciertos laboratorios han gastado en los últimos años decenas de miles de euros en estos expertos.
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