Nuevos documentos consultados por Mediapart desmienten las afirmaciones del Elíseo y de GL Events sobre los descuentos otorgados a Emmanuel Macron en la organización de diferentes mítines de su campaña. Mientras la empresa de eventos y el equipo de En Marche! aseguran que se trata de prácticas comerciales habituales, las facturas de dos otros candidatos a la presidencia –François Fillon y Benoît Hamon- muestran lo contrario. Ninguno de ellos se benefició, por servicios equivalentes contratados a la misma empresa, de los reembolsos consentidos al actual presidente de la República durante la campaña presidencial.
Vamos a hablar mucho sobre la entrevista de la noche del domingo 15 de abril, dando puntos a los participantes -Emmanuel Macron, Jean-Jacques Bourdin y Edwy Plenel- como si se tratara de un combate de boxeo. Error, fue solo una entrevista. Pero, al mismo tiempo, también fue una ruptura. Nunca antes un presidente francés había sido interrogado de tal manera, y este tono creará jurisprudencia.
El presidente francés, elegido con un programa equilibrado entre el liberalismo y lo social, ha olvidado este segundo pilar para poner en marcha políticas clásicas basadas en reformas neoliberales.
Esta semana será clave para el futuro del mandato de Emmanuel Macron. La compañía de ferrocarril (SNCF), Air France, Carrefour, las universidades... los bloqueos se multiplican en Francia. Para el poder, todos ellos tienen su origen en un miedo irracional al « mundo nuevo ». En la práctica, lo que amenaza al presidente es más bien el desgaste del viejo discurso sobre la austeridad.
Versalles, Davos, la ruralidad que no miente y la eternidad local... Una semana emblemática para la presidencia de Macron. El presidente de la República está solo, en todas partes y todo el tiempo, para protagonizar bellas imágenes y rechazar una política bautizada con la frase « al mismo tiempo ». La hipnosis funciona y enmascara la violencia de las políticas desiguales. ¿Por cuánto tiempo?
Todo los males de nuestras democracias parecen contenerse en dos palabras: « fake news ». Detrás de la ilusión de un diagnóstico, la expresión funciona como una coartada para una censura estatal que oculta los motivos del descrédito de la palabra pública y su historia desde 1990.
¿Es la política migratoria de Emmanuel Macron la « peor » que Francia ha conocido desde la Segunda Guerra Mundial? Una retrospectiva muestra que esta política no surge de la nada sino que, por el contrario, se inscribe en un progresivo endurecimiento que se aceleró a principios de la década pasada con la llegada de Nicolas Sarkozy al Ministerio del Interior.
El Parlamento Europeo adopta por amplia mayoría una resolución que critica con dureza la diplomacia económica de Reino Unido y Francia con Riad. No obstante, el acuerdo no es vinculante.
El 1 de noviembre, el estado de emergencia decretado tras los atentados cometidos en noviembre de 2015 en Francia, llegó a su fin, siendo reemplazado por una nueva ley antiterrorista que incluye las principales medidas de dicho estado en el derecho común. Francia adopta así una de las legislaciones más liberticidas de Europa.
Después de tres meses de mandato, Francia cuenta con un presidente atrapado por la realidad: una política anclada en la derecha, medidas impopulares y falta de salidas políticas. Mientras la oposición se reorganiza tras su fracaso en los pasados comicios, el jefe de Estado debe meter las manos en el motor. Ha llegado el momento, Emmanuel Macron debe elegir entre mancharse o pellizcarse los dedos.
Del 14 de mayo al 14 de julio, dos meses de presidencia Macron han confirmado sus políticas económicas y sociales ultraliberales. Pero también han puesto de manifiesto una práctica del poder políticamente poco liberal, como lo demuestra su actitud frente al derecho de interpelación de los medios de comunicación.
Todavía tocados por la derrota electoral y cuando aún no se han recuperado del trasvase de su electorado a las filas de Emmanuel Macron, Los Republicanos han iniciado un periodo de reflexión que concluirá en otoño. Sumergida en una importante duda existencial, la derecha sabe que necesita renovarse profundamente para no desaparecer del panorama político.
A Emmanuel Macron, la República en Marcha y sus aliados centristas de MoDem le han dado una mayoría absoluta impensable hace tan solo unos meses: 350 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional. Una victoria indiscutible acompañada de una abstención histórica -57,36%- que el Ejecutivo se ha comprometido a combatir.
La derecha se perfila como la única fuerza política capaz de disputar la hegemonía macronista. El Partido Socialista se sitúa en mínimos históricos y el Frente Nacional queda relegado a la tercera posición, en la primera vuelta de las legislativas. Emmanuel Macron está a punto de cosechar una abultada mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Los diputados de la mayoría, muchos de ellos novatos en política, deberán todo al jefe de Estado.
¿Quiénes son los candidatos de la « sociedad civil » presentados por La République en marche (La República en marcha). Mediapart ha pasado revista. Veredicto: ni rastro de obreros, pocos trabajadores, pero abundan directivos y altos cargos del sector privado. También abogados, lobistas y colaboradores de diputados.