La multinacional de residencias de mayores utilizó empresas con sede en Luxemburgo y Suiza para pagar comisiones secretas por la compraventa de instalaciones en Francia. Una de las comisiones se pagó en la cuenta de un intermediario en España, desde donde el dinero fue traspasado a un banco suizo.
El "justo a tiempo" y el "stock cero" ya no están a la orden del día en un periodo marcado por las interrupciones de suministro y la escasez. La crisis del covid-19 y la guerra de Ucrania han socavado la organización de la industria mundial que ha dominado el mundo durante cuatro décadas. Conscientes de su vulnerabilidad y de su grado de dependencia, los grupos industriales se plantean la deslocalización, amplificando con sus elecciones la fragmentación del mundo.
Según un informe publicado este martes, bufetes especializados en derecho internacional están estudiando cómo las empresas perjudicadas por las medidas de emergencia decretadas por los gobiernos podrían exigir reparaciones a los Estados.
Primero, Renault y PSA Peugeot Citroën. Después, hasta 31 fabricantes de automóviles del mundo entero fueron contactados para ofrecerles el software de facturación abusiva de las piezas de recambio. Las subidas injustificadas de las tarifas, aplicadas por cinco fabricantes, les supusieron beneficios por importe de 2.600 millones de euros en diez años.
Documentos confidenciales, obtenidos por Mediapart y el EIC, prueban que los dos fabricantes franceses de automóviles hincharon artificialmente los precios de los recambios gracias a un software milagroso. Renault y PSA han obtenido de forma fraudulenta de los conductores de todo el mundo en torno a 1.500 millones de euros en diez años.
Cuando dirigía el grupo Fnac-Darty, el actual presidente de Carrefour, Alexandre Bompard, consiguió que el holding ahorrase más de 10 millones de euros en impuestos en la fusión de las sedes sociales de las dos compañías gracias a una pirueta fiscal. Un informe interno alertaba de los riesgos jurídicos de fusionar las sedes de ambas compañías.
Desde 2014, a través de su filial Hinter, el gigante UBER ha alquilado a miles de conductores « colaboradores » licencias temporales que les permiten trabajar para la compañía. En dos años, este discreto negocio ha reportado a la firma más de 440.000 euros netos. Para el gobierno galo, se trata de « una práctica ilegal ». Aquí nuestras revelaciones.
WikiLeaks vuelve a publicar nuevos documentos sobre las negociaciones secretas del acuerdo sobre servicios (TISA). Revela que los grandes grupos quieren dejar bien atada su irresponsabilidad jurídica y financiera: presionan para conseguir acabar con la reglamentación vinculante y, en el futuro, tener derecho de veto sobre las leyes nacionales.
Los pilotos no son los únicos que rechazan el plan propuesto por la dirección de Air France. La empresa se enfrenta a una reestructuración masiva desde 2009. Y por una buena razón: la aerolínea navega en un mercado europeo maltrecho, que se ve acorralado por las compañías de bajo coste y sus competidores directos del Golfo Pérsico, que reciben jugosas subvenciones públicas en sus respectivos países.
Durante la asamblea general de la aerolínea Air France, dos empleados de Flying Food, cliente y socio de la compañía francesa, pusieron entre las cuerdas a sus accionistas. Después de hacer oídos sordos durante meses, la administración ha prometido presionar a la sociedad estadounidense para que respete los derechos de sus trabajadores.