El atentado en la comisaría de Rambouillet eleva a 12 el número de agentes de las fuerzas del orden que han sido asesinados desde 2015 en Francia. Los ataques dirigidos contra policías y militares se multiplican. Una « excepción francesa » que se ha desarrollado con el colapso del califato del Estado Islámico.
Dos años después de la caída del Estado Islámico, la organización terrorista ha multiplicado las amenazas y las ejecuciones en Siria en los últimos meses. En la sombra, vuelve a recaudar el dinero necesario para recuperar el control de un territorio.
En los últimos cuatro años, la mayoría de los ataques terroristas que han golpeado a Francia se han llevado a cabo con un arma blanca: requieren pocos medios y son difíciles de detectar. Estos ataques han tenido un efecto considerable, como lo demostró el último atentado en Niza la mañana de este jueves.
La eliminación del fundador del difunto « califato » islámico no pesará mucho en el desastroso balance del presidente estadounidense en Oriente Medio, donde ha acumulado estrategias erróneas y sonados fracasos.
Pasados cinco años del genocidio perpetrado por el Estado Islámico en el norte de Iraq, la situación de los yazidíes sigue siendo dramática. La región mantiene su inestabilidad, los pueblos no se reconstruyen y 400.000 personas permanecen aún en los campos de refugiados. Los niños nacidos de violaciones no se han integrado y los que fueron reclutados reniegan de sus familias.
Al poner en manos de la justicia iraquí la suerte de los yihadistas franceses, París corre el riesgo de ver ejecutados a algunos de sus ciudadanos, despreciando así sus principios fundamentales. Emmanuel Macron escribía, en 2016, que « un país no ha superado jamás una prueba decisiva renegando de sus leyes fundamentales ni de su espíritu ».
Quien recibe el apodo del « fantasma » reaparece en un vídeo. El líder del Estado Islámico se felicita por los atentados en Sri Lanka, anuncia una larga batalla contra Occidente, y señala a Francia como el principal enemigo. Sin embargo, su apariencia concuerda más con un hombre a la fuga, lejos de la imagen de un jefe de guerra.
En unos días desaparecerá el último reducto de los islamistas de Daesh en Siria. No es la primera vez que se anuncia la muerte de la organización, pero parece que esta vez su debilitamiento es irreversible.
Cerca de 130 hombres y mujeres implicados en la yihad y detenidos en campamentos controlados por los kurdos en Siria, podrían ser repatriados en Francia en los próximos días. El ministro del Interior, Christophe Castaner, asegura que « todos los que vuelvan a Francia serán juzgados ».
Los jueces de instrucción de París encargados de investigar a la multinacional Lafarge por supuesta « financiación terrorista », han identificado más de 15 millones de dólares que podrían haber financiado, entre 2011 y 2015, a organizaciones terroristas en Siria (incluida el Estado Islámico) con el objetivo de mantener la actividad de una fábrica de cemento en territorio sirio. Revelaciones.
Mientras los especialistas coinciden en señalar que una nueva ola de terror podría golpear a Egipto en los próximos meses, el ejército israelí asegura estar preparado para intervenir en el Sinaí si fuera necesario.
La explosión en Alcanar, sucedida la noche antes del atentado en Barcelona, o los antecedentes del imán que organizó los ataques son algunas de las claves que plantean dudas sobre la eficacia de la investigación policial. Otras cuestiones que suscitan debate son la presunta alerta de la CIA sobre un atentado, la decisión de no colocar bolardos en las Ramblas o el hecho de que los terroristas acumulasen más de cien bombonas de butano. infoLibre, socio editorial de Mediapart, trata de resolver estas polémicas cuestiones.
La organización terrorista ha estructurado en su interior un servicio secreto a la imagen de los de los países a los que ataca. Esta investigación de Mediapart muestra los métodos de espionaje utilizados por los yihadistas. Sin nada que envidiar a las prácticas durante la guerra fría, estas tácticas también explican cómo han sido posibles los últimos sangrientos ataques en Europa.
Un atropello masivo en la Rambla de Barcelona provoca al menos 14 muertos y más de medio centenar de heridos. Al filo de la medianoche del jueves 17 de agosto, el conductor del vehículo se encontraba huido. El atentado ha sido reivindicado por el autodenominado Estado Islámico. Horas más tarde, un segundo vehículo repetía el mismo modus operandi en Cambrils (Tarragona), causando una víctima mortal y varios heridos. Información de infoLibre, socio editorial de Mediapart en España.
La caída de Mosul, después de nueve meses de combates, deja entrever la inexistencia de un plan nacional o internacional post-Daech. La ciudad corre el riesgo de ser el laboratorio de aquello en lo que podría llegar a convertirse toda la región, alejada de cualquier tipo de reconciliación nacional.
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