Los escondrijos de Salah Abdeslam y de los hermanos El Bakraoui en Forest o en Molenbeek, o incluso los registros efectuados en Schaerbeek la semana pasada tienen algo en común. Todos estos lugares se encuentran en el denominado «croissant pobre» de Bruselas, la zona más depauperada de la capital europea, con una tasa de desempleo juvenil que supera el 30%. Aquí la historia de 25 años de políticas sociales que han fracasado en toda la región.
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