La ofensiva rusa esperada en el Dombás decidirá el destino de Ucrania: Estados Unidos y varios países europeos están suministrando armas ofensivas a gran escala. Vladímir Putin dice que está decidido a llegar hasta el final mientras que se acusa al Ejército ruso de nuevos crímenes, violaciones y violencia sexual.
Las consecuencias sociales de la intervención se prevén dramáticas en una Rusia más fracturada que nunca, entre divisiones familiares, denuncias y adhesiones al Kremlin. Los más jóvenes son más críticos con el ataque de Putin, mientras que "el 76% de los mayores de 55 años" dicen estar orgullosos, contentos o encantados con la invasión, según un sondeo.
Seis semanas después del inicio de la guerra, Vladímir Putin ha reforzado su posición como líder todopoderoso de una Rusia transformada en un campo militar: no se ha alzado ni una sola voz discordante entre las élites políticas, económicas y de seguridad. Para los dirigentes del Kremlin y su entorno, esta guerra es "existencial" y la doctrina rusa autoriza el uso de armas nucleares en caso de "amenaza existencial".
La guerra ha entrado en su tercera semana y millones de personas deambulan por por las carreteras huyendo de las bombas del ejército ruso. Mediapart recoge testimonios en las ciudades de Izium, Mariupol, Sumy y Chernihiv.
"Lo que está ocurriendo es medieval, una locura", explica Oleksiy Dragomyretsky, profesor de esta ciudad del suroeste de Ucrania a orillas del mar Negro. "Conocíamos el riesgo, por supuesto, pero no queríamos creer que fuera a ocurrir. Esto es un desastre", lamenta Dariya Bibikova, traductora que vive a diez kilómetros de la capital.
El ataque a gran escala de las tropas rusas a Ucrania coloca a las relaciones internacionales en otro plano: las reacciones de los Gobiernos ucraniano, occidentales y chinos, pero también del pueblo ruso, determinarán el equilibrio mundial de las próximas décadas. No es la primera vez que la guerra estalla en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial: en los años 90 se produjo el conflicto de la antigua Yugoslavia, pero aquello era una guerra civil.
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