Los sondeos dan como vencedores a los conservadores británicos en las elecciones legislativas que se celebran este 12 de diciembre en Reino Unido, con el riesgo que esto conlleva para la Unión Europea. El escándalo de antisemitismo y su complejo posicionamiento sobre el Brexit han debilitado al Partido Laborista. Pero el llamamiento al voto estratégico contra Johnson y el nuevo electorado refuerzan la incertidumbre que planea sobre el escrutinio. Reportaje.
En vísperas de las elecciones legislativas de Reino Unido, que se celebran este jueves 12 de diciembre, Mediapart entrevista a la influyente activista laborista, Christine Berry. Sostiene que la ventana de oportunidad abierta a raíz de la crisis financiera para formar un Gobierno de izquierdas radical en Reino Unido no se cerrará tras la votación, con independencia del resultado de los laboristas.
Una nueva enmienda, que prepare el terreno para ampliar las negociaciones sobre la salida de la UE hasta finales de 2019, podría ser aprobada pronto. El Laborismo encarnado por Corbyn, da un paso más hacia la posibilidad de celebrar un segundo referéndum.
El líder laborista, que hace todo lo posible por culpar a los conservadores de un Brexit que se anuncia desastroso, está sometido a la presión de sus propios partidarios, que apoyan la celebración de un segundo referéndum.
Este martes 25 de septiembre, los miembros del Partido Laborista, reunidos en Congreso en Liverpool, deben pronunciarse sobre un eventual segundo referéndum sobre el Brexit. Jeremy Corbyn se opone a la iniciativa, pero precisa que apoyará la posición de la mayoría.
Son los huérfanos del Remain. Los británicos favorables a la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea se sienten abandonados por su clase política, resignada a un « Brexit duro ». Pero aún no han dicho su última palabra. Continúan creando colectivos y lanzando acciones judiciales.
La pregunta puede parecer descabellada pocos días después de un referéndum que aprobó la salida de Reino Unido de la UE, pero los interrogantes se multiplican ante las sombrías perspectivas económicas y el caos político.
En la semana decisiva del referéndum, laboristas y tories británicos han reanudado la campaña en un tono « más respetuoso ». Algunos ven en la muerte de la diputada Jo Cox la terrible constatación de todo lo que no funciona en la política británica.
A seis días de la celebración del referéndum, el homicidio de la diputada laborista, partidaria de la permanencia del país en la UE, conmociona a Gran Bretaña. La desaparición de Cox, una firme defensora de los derechos humanos en la crisis de los refugiados, puede obligar a rebajar la retórica antimigrante a los más beligerantes que reclaman la salida de la Unión Europea.
Cuando David Cameron se comprometió a convocar un referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea, pensaba que podría ganarlo sin grandes dificultades. Hoy, a tan sólo un mes de la celebración del referéndum, las cosas no están tan claras. La clave del escrutinio se encuentra entre los electores de izquierdas, divididos ante la cuestión. Jeremy Corbyn se ha pronunciado tímidamente por la permanencia de Reino Unido en la UE, sin embargo el debate continúa siendo extremadamente sensible.
En su primer discurso como líder del Partido Laborista, durante la conferencia anual celebrada en Brighton, Jeremy Corbyn trató de enterrar el liberalismo social de Tony Blair. Sin embargo, el líder laborista continúa aumentando las concesiones para mantener a su partido unido. Llamando a fundar un gran movimiento de izquierda popular, su discurso fue aplaudido por la multitud de seguidores laboristas.
Las primarias del Partido Laborista deberían consagrar al candidato más a la izquierda desde hace décadas. ¿Es una señal para el resto de partidos progresistas europeos?