Nos jugábamos la libertad de expresión, la libertad de información y, ante todo, el derecho de los ciudadanos a conocer quiénes manejan los hilos que mueven el mundo, qué es lo que no quieren que sepamos y hacia dónde pretenden dirigirnos. Es decir, estaba en juego la esencia misma de la democracia. El magistrado Baltasar Garzón, coordinador de la defensa de Julian Assange, analiza en infoLibre el rechazo de la justicia británica a la extradición del lanzador de alerta a Estados Unidos.
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