El príncipe heredero Mohammed ben Salmane y el Reino que dirige de facto hace mucho tiempo que se benefician de la indulgencia de las democracias occidentales. Sin embargo, asesinato del periodista Jamal Khashoggi hace imposible ignorar la verdadera naturaleza del régimen de Riad.
El periodista saudí fue asesinado por aquellos que temían las críticas, aunque mesuradas, de un hombre que seguía siendo un patriota, pero que defendía un futuro diferente para Arabia Saudí.
Al igual que sucedió con François Hollande, la Presidencia de Emmanuel Macron alinea su política en Oriente Medio con los intereses de Riad. Una elección inmoral -la venta de armas utilizadas en la sucia guerra de Yemen- e irresponsable -acentúa una dependencia energética y geopolítica desastrosa-.
Con el arresto de medio centenar de personalidades, la dimisión forzosa del primer ministro libanés y las acusaciones vertidas en contra de Irán, el príncipe Mohammed ben Salmane pone de manifiesto su influencia internacional.