A finales de noviembre, una estudiante francesa le preguntaba públicamente al economista Thomas Piketty por la denuncia por violencia de género que presentó su expareja, hace diez años. La apertura ahora de un proceso de difamación contra el autor de El capital en el siglo XXI a raíz de la denuncia de la víctima ha puesto fin a años de silencio mediático y político.
Nuevos documentos consultados por Mediapart desmienten las afirmaciones del Elíseo y de GL Events sobre los descuentos otorgados a Emmanuel Macron en la organización de diferentes mítines de su campaña. Mientras la empresa de eventos y el equipo de En Marche! aseguran que se trata de prácticas comerciales habituales, las facturas de dos otros candidatos a la presidencia –François Fillon y Benoît Hamon- muestran lo contrario. Ninguno de ellos se benefició, por servicios equivalentes contratados a la misma empresa, de los reembolsos consentidos al actual presidente de la República durante la campaña presidencial.
¡Qué desastre! En votos, la izquierda ha obtenido su nivel más bajo desde 1958. En escaños, el resultado es aún peor. El Partido Socialista se desmorona, Francia Insumisa se ve reducida, Europa Ecológica y el PC aparecen marginalizados.
La derrota de los candidatos de las dos grandes fuerzas de gobierno, la irrupción del centrista Macron como el candidato más votado y el espectacular avance de la plataforma de izquierdas Francia Insumisa y de su candidato Jean-Luc Mélenchon, representan un cambio sin precedentes desde 1958 en Francia. Los partidos ya hablan de la reorganización completa de sus filas. Todo está por reconstruir.
El debate entre los once candidatos a las elecciones presidenciales en Francia se anunciaba imposible. A fin de cuentas, en una emisión de tres horas y media, los « pequeños » aspirantes consiguieron existir. En un ejercicio inédito e incluso desaliñado, estos candidatos protagonizaron el intercambio haciendo tambalear a los « grandes ».
Manuel Valls apoyará a Emmanuel Macron en el carrera hacia el Elíseo. Con este anuncio, el ex primer ministro termina de dinamitar a la izquierda y al Partido Socialista (PS), una implosión que ha ido tomando forma desde el debut del mandato de François Hollande.
A diez semanas de la celebración de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Benoît Hamon ha presentado su equipo. Un equipo que tiende a la izquierda pero que no excluye a amigos de François Hollande o de Manuel Valls. Si el candidato del Partido Socialista (PS) se dirige también hacia los ecologistas, ningún acuerdo con Jean-Luc Mélenchon se deja entrever en el horizonte. Los acercamientos políticos entre las dos personalidades parecen ser incompatibles.
El próximo domingo 29 de enero, Manuel Valls y Benoît Hamon se enfrentarán en la segunda vuelta de las primarias « ciudadanas » del Partido Socialista. Su resultado arrojará luz sobre el porvenir del PS francés, dividido en dos izquierdas antagónicas.
Con más de 1,3 millones de votantes, la primera vuelta para designar al candidato de la izquierda a las elecciones presidenciales en Francia, pone de manifiesto que el Partido Socialista sigue vivo y que su ala izquierda gana terreno.
Con la dimisión de Christiane Taubira, Hollande no solo acaba con toda voz disidente dentro del gobierno, sino también con la de todos aquellos que, en la sociedad, tratan de analizar los acontecimientos. Esta desarme intelectual se ve intensificado con los ataques de Manuel Valls « contra aquellos que buscan explicaciones culturales o sociológicas al terrorismo ». Este anti-intelectualismo camorrista no nos protege nada contra el terrorismo.
El proyecto de ley constitucional anunciado por François Hollande contará con la posibilidad de retirar la nacionalidad a los binacionales nacidos franceses. Una medida pregonada desde hace mucho tiempo por el Frente Nacional y que el Partido Socialista siempre había combatido.
Los socialistas gobernarán en cinco de las 13 regiones, pero no consiguen frenar a la ultraderecha, que consigue un resultado histórico. El PS tendrá que elegir entre virar a la izquierda, dirigirse hacia la derecha o mantener el rumbo
François Hollande ha perdido. El Partido Socialista (PS) no tendrá bajo su mando más que algunas regiones. Pero el jefe de Estado se imagina en las presidenciales de 2017. Con un Frente Nacional fuerte y una derecha sin tapujos los resultados de este domingo confirman su estrategia : ser el único baluarte « republicano » frente a Marine Le Pen.