Periodistas del colectivo Investigate Europe hallan, entre las cenizas del campamento griego destruido por las llamas en septiembre, el cuaderno de bitácora que escribía el personal de la ONU. Desde la « zona de menores », los educadores de la OIM, una organización afiliada a Naciones Unidas, describen la violencia en la que estos niños estaban inmersos. Un documento exclusivo.
Mediapart investiga cómo se negocia el reparto de los migrantes que llegan a bordo del Aquarius, el Lifeline o el Sea Watch una vez desembarcados en tierra firme. Desde que Italia cerró sus puertos se han improvisado ocho acuerdos de reparto. ¿Cuál es el resultado? Apenas 850 refugiados han sido reubicados y 16 Estados miembros permanecen ausentes.
La cuestión migratoria es la prueba decisiva para las personas que se dicen de izquierdas y que abogan por la emancipación de los pueblos y por la igualdad de derechos. Lejos de proteger las conquistas sociales, toda concesión a favor de las políticas de rechazo, de preferencia nacional o de fronteras identitarias, facilitará el ascenso de la extrema derecha.
(Lea aquí el manifiesto lanzado este miércoles 26 de septiembre por Regards, Politis y Mediapart, firmado por más de 150 personalidades, en favor de la acogida de inmigrantes)
Refuerzo de las fronteras europeas, las razones por las que se abandona un país, las migraciones Sur-Sur… Mediapart ha interrogado a tres personalidades de África Oriental sobre los actuales cambios migratorios y sus soluciones.
En una Italia donde la llegada de demandantes de asilo ha disminuido en comparación con años anteriores, el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, propaga sus comentarios xenófobos mientras las agresiones racistas se multiplican. La reacción contrasta con la respuesta griega de 2015, cuando, pese a la asfixia económica, el país acogió a miles de migrantes que llegaban a diario a sus costas.
Tras el cierre de los puertos italianos al buque Aquarius, con 629 inmigrantes a bordo, el nuevo Ejecutivo español, liderado por el socialista Pedro Sánchez, anunció su voluntad de recibir a estas personas « abandonadas a su suerte ». Un gesto que marca un cambio en la política migratoria española y que debería, según los expertos consultados por infoLibre, socio editorial de Mediapart, transformarse en medidas políticas más concretas.
Mientras el monzón se dispone a transformar en una « bomba sanitaria » el campamento de Bangladesh donde se han refugiado los supervivientes de las masacres de musulmanes a manos del Ejército birmano, la destrucción sistemática de las localidades abandonadas de las que proceden y su transformación en bases militares hacen imposible cualquier futura repatriación.
Mediapart y el consorcio de prensa EIC revelan que el dinero abonado por la UE ha permitido a Turquía dotarse de vehículos blindados para impedir el paso de refugiados a través de la frontera con Siria. Esta operación podría haber causado numerosas víctimas entre los refugiados sirios que intentan huir de la guerra.
¿Es la política migratoria de Emmanuel Macron la « peor » que Francia ha conocido desde la Segunda Guerra Mundial? Una retrospectiva muestra que esta política no surge de la nada sino que, por el contrario, se inscribe en un progresivo endurecimiento que se aceleró a principios de la década pasada con la llegada de Nicolas Sarkozy al Ministerio del Interior.
Más de 8.500 demandantes de asilo permanecen atrapados en la isla de Lesbos, con la prohibición de acceder al continente griego. Mientras el principal campo de refugiados de la isla, Moria, cuadruplica su capacidad, las llegadas de migrantes no cesan.
Mediapart ha tenido acceso a la última versión del reglamento europeo que está en curso de negociación en Bruselas. Este texto permitiría el reenvío de los solicitantes de asilo a « terceros países seguros ». La definición del concepto se amplía hasta tal punto que se podría incluir en esta categoría a países tan inestables como Libia donde ciertas regiones, por ejemplo alrededor de Trípoli, parecen retomar la normalidad.
En ruta hacia Europa, los exiliados subsaharianos que atraviesan el Mediterráneo forman parte de los supervivientes. Son inmigrantes que pusieron en peligro sus vidas en el desierto, pero también en Libia, donde son víctimas de secuestros. Miles de ellos no consiguen sobrevivir, el número de fallecidos en el desierto es, como mínimo, dos veces superior al de muertos en alta mar, según la Organización Internacional para las Migraciones.
Decenas de miles de menores recorren solos el camino que les conduce hasta Europa. Según el último informe de Unicef y la OIM, los jóvenes de África subsahariana son los más vulnerables frente al racismo y la trata de seres humanos.
Cuando en Francia la solidaridad se ha convertido en un delito, sancionado por los tribunales, la Unión Europea permite a Italia criminalizar a las ONG que auxilian a inmigrantes en el Mediterráneo. Esta política de rechazo y de indiferencia es tan irrealista como inhumana.
En sus últimas recomendaciones, la Comisión Europea invita a los Estados miembros a reanudar las devoluciones de los demandantes de asilo a Grecia, amparándose en la Convención de Dublín. La aplicación de este reglamento comunitario se encuentra en suspenso desde el año 2011.