Después de Notre-Dame, la Torre Eiffel. El monumento parisino, el más visitado del mundo, está contaminado con plomo en proporciones preocupantes, según varios documentos recopilados por Mediapart. Desde 2009, los informes de inspección advierten de los riesgos para los empleados y el público.
Para luchar contra el malestar que reina en muchas universidades francesas, los ministerios de Sanidad y de Enseñanza Superior apoyan el trabajo de Nightline, una línea de atención telefónica por y para los estudiantes. Una apuesta que no convence a muchos psicólogos que consideran insuficiente el dispositivo.
De las 70 vacunas contra la Covid-19 que se encuentran actualmente en fase de ensayo clínico, cuatro son cubanas. A pesar de la escasez y del embargo estadounidense, la isla caribeña ha desarrollado una potente industria biotecnológica en los últimos 40 años.
Al basar su gestión de la crisis sanitaria en la responsabilidad individual, el Gobierno no adoptó medidas de confinamiento y, por lo tanto, limitó las consecuencias de esta crisis en su economía. Sin embargo, la mortalidad fue una de las más altas de Europa, en particular en las residencias de ancianos.
Una vez obtenida la autorización de comercialización, los Estados se harán cargo de la indemnización por los efectos secundarios graves, a menos que se demuestre la culpa del laboratorio. La presión política para producir una vacuna en un tiempo récord serviría como pretexto para aprobar este sistema de indemnizaciones.
Discapacitado y totalmente dependiente, Alain Cocq quiere morir. En su lucha por el derecho a una muerte digna, ha dejado de alimentarse e hidratarse artificialmente para poner fin a sus días. Se trata de la única alternativa que la ley francesa Claeys-Leonetti ofrece a los discapacitados.
Subvenciones públicas, donaciones privadas... La industria farmacéutica, que saldrá fortalecida de la crisis sanitaria, está obteniendo fondos para la investigación y producción de una posible vacuna contra la Covid-19 sin ofrecer ninguna contrapartida real. Activistas del sector deploran la opacidad que planea sobre la elección de los laboratorios subvencionados.
Buenos Aires y sus alrededores están viviendo uno de los confinamientos más largos del mundo: casi cuatro meses. A pesar de que este encierro está causando un importante deterioro de la salud mental, las autoridades no parecen dispuestas a tomar medidas.
La aplicación Aarogya Setu, diseñada para combatir la epidemia, descargada ya por uno de cada diez ciudadanos indios, está recibiendo numerosas críticas por los datos que almacena y por su opaca gestión. El Gobierno ha anunciado varias concesiones, pero la preocupación continua presente en torno a una herramienta que muchos consideran de vigilancia masiva.
Cada vez está más claro que la enfermedad puede dejar secuelas: respiratorias, neurológicas e incluso psicológicas. Los pacientes que salen de reanimación son atendidos por equipos de rehabilitación en los hospitales. Pero los pacientes menos graves, que se quedan en sus casa, también sufren.
Aunque algunos países ya están tratando de negociar el mayor número posible de dosis para vacunar a su población con carácter prioritario, todavía no hay ninguna política de vacunación sobre la mesa. Para ser eficaz, una vacuna debe encontrar primero su objetivo.
En un momento en que las libertades y la vida privada están en el banquillo en casi todo el mundo a causa de la pandemia, Rusia pretende aprovecharse de ello para imponerse definitivamente como líder de la vigilancia a través del reconocimiento facial.
¿Están los africanos destinados a ser las « cobayas » de los científicos europeos? La polémica se inscribe en la creciente influencia de Bill Gates, blanco de las críticas de los antivacunas, en el continente africano: de los 3.000 millones de dólares invertidos cada año por su fundación, casi la mitad « beneficia » a África.
En un país en el que más de la mitad de los trabajadores no tiene un contrato ni cobertura social, la epidemia de coronavirus está actuando como una terrible revelación, exacerbando las desigualdades del país.
La sucesión de noticias sobre muertes atribuidas al Covid-19 y la sospecha de una estremecedora falta de medios superior a los déficits del sistema público de salud derivan en una cascada de diligencias de investigación. En España, el coronavirus demuestra toda su virulencia en estos centros en los que conviven más de 280.000 personas en riesgo.