Uno de los dirigentes del grupo Lafarge, encargado de supervisar el regateo financiero con el Estado Islámico, permitiendo al gigante del cemento continuar con su actividad en Siria en 2013 y 2014, es un ferviente seguidor de Marine le Pen, defendiendo los colores de la formación en los últimos comicios municipales.
Tras dos meses en el poder, el presidente norteamericano parece decidido a dar prioridad a las acciones militares para resolver las crisis en curso en Oriente Medio. Sin embargo, en un clima de improvisación, Trump acepta, a día de hoy, mantener a Bachar al-Assad en su cargo.
En seis años de guerra, el pueblo sirio ha conocido la mayoría de los crímenes de guerra. Masacres, torturas, bombardeos, armas químicas… Uno de entre ellos permanece aún en el silencio: la violación de niños. En las cárceles del régimen, en los check-points o durante las redadas, hijos e hijas de opositores, jóvenes revolucionarios, se convirtieron en víctimas de abusos en mitad del caos y bajo una impunidad casi total. Investigación publicada en el marco de la operación « Zero Impunity ».
La toma de la antigua capital económica de Siria, presentada por Damasco y sus aliados como una victoria decisiva, supone un importante revés para los insurgentes. Bachar al-Assad continúa en el poder pero gobierna, apoyado por Rusia e Irán, un régimen y un país en ruinas.
Para Jean-Pierre Filiu, historiador especialista en Siria, aquellos que permiten las masacres en Alepo son tan responsables como aquellos que las cometen.
Una masacre puede esconder otra. Alepo, como Gernika hace casi 80 años, anticipa algo que nos negamos a ver venir. El presidente ruso será el primer abanderado de este mundo consagrado a la ley del más fuerte.
Los países de la coalición pretenden anticiparse a las consecuencias de la caída de la ciudad iraquí de Mosul, en manos del Estado Islámico desde 2014. La caída de Mosul supondrá, tarde o temprano, el advenimiento de la estrategia de internacionalización del terror del Estado Islámico, que tiene en el punto de mira a Occidente.
Al bombardear a la población civil de Alepo, segunda ciudad siria, a pesar de la tregua alcanzada a finales de febrero, Bashar al Assad trata de controlar el conflicto. Mientras tanto, en Alepo cada día se aleja un poco más la esperanza de recuperar una Siria multiconfesional y pacífica.
Después de cinco años de conflicto, los asesinatos y los secuestros de periodistas en Siria han convertido el trabajo de la prensa en una labor extremadamente difícil. Mohammed Abdullah y Louai Hinedi son dos profesionales que han decidido, empujados por su sentido del deber de informar, contribuir con su trabajo a plasmar en la Historia parte de esta guerra.
A pesar de las cuestiones planteadas tras las agresiones de Colonia, la sociedad alemana se muestra muy activa en lo que respecta a la acogida de refugiados, fuera de todo marco institucional. Reportaje de una sociedad que se moviliza.
Controlando el 60% de los recursos sirios de petróleo, Daesh se ha apoderado de un recurso estratégico para financiar su guerra y los territorios bajo su control. El colapso de los precios y los repetidos ataques militares destinados a interrumpir la producción y el tráfico comienzan, sin embargo, no es fácil socavar su poder financiero.
Francia está en guerra desde hace más de cuatro años, sin una estrategia, con pocos recursos y pobres resultados. Tener que hacer frente a fanáticos listos para inmolarse en París con la idea de matar al mayor número de personas posible no les absuelve de sus propias contradicciones.
Dieciocho meses después de la guerra de Crimea, Vladimir Putin pone entre las cuerdas a Occidente y al ejército de Estados Unidos tras su intervención en Siria. Esta escalada militar puede desembocar en una explosión general. Desde la lucha contra el terrorismo, pasando por la política nacional, hasta llegar a los intereses de Moscú en Oriente Medio, el Kremlin tiene muchas razones para desplegar su ejército en Siria.
Las principales organizaciones internacionales, el PMA y el ACNUR, están desbordadas. El gobierno libanés limita las oportunidades de trabajo y educación de los inmigrantes. Las tensiones con la población libanesa se multiplican: después de cuatro años de guerra, viajar a Europa es la única esperanza de los refugiados sirios en Líbano.
Ankara ha optado por emprender una ofensiva contra el Estado Islámico, a quien hasta la fecha trataba con deferencia. Se trata, sin duda, de una estrategia para preservar su papel en el gran juego geopolítico regional, especialmente tras el molesto acuerdo nuclear iraní. No obstante, para tranquilizar al electorado nacionalista, también golpea a los kurdos, fulminando el proceso de negociación en curso.