Decenas de miles de personas se echaron a la calle el 17 de febrero en Pristina. Se manifestaban en contra de un Gobierno y un Parlamento paralizados y en contra de una clase política considerada corrupta e incompetente. Ocho años después de su independencia, el país balcánico sufre una crisis social sin precedentes.
En poursuivant votre navigation sur Mediapart, vous acceptez l’utilisation de cookies contribuant à la réalisation de statistiques et la proposition de contenus et services ciblés sur d'autres sites.