Nuestros enviados especiales a Bogotá y a Nilo (Colombia)
"Esta finca es una fortaleza", suspira un responsable de la policía de Bogotá. Varios investigadores colombianos, actuando bajo la autoridad del ministerio fiscal local, decidieron emprender pesquisas sobre las propiedades de Thierry Gaubert y de su amigo Jean-Philippe Couzi en Nilo, a 150 kilómetros de la capital colombiana. Mientras los magistrados franceses en cargo del caso Takieddine se preparan à solicitar una ayuda mutua judicial con Colombia, Mediapart está en medida de revelar que los policías colombianos, que tenían sospechas de blanqueamiento, ya se habían desplazado a Nilo hace dos años.
En el punto de mira sus nuevas verificaciones: las propiedades Palmera y Cactus, pero también dos bares de nombres elocuentes, el Nibar y el Nichon (dos sinónimos franceses de "teta", ndt), respectivamente abiertos por Thierry Gaubert y Jean-Philippe Couzi en el 2003 y en el 2005 en el pueblo de Nilo. Inversiones del Sr. Couzi en un hotel de Santa Marta -en el norte de Colombia, sobre la costa del Caribe- también se encuentran investigadas por la policía. Los servicios de l'UIAF (Unidad administrativa especial de información análisis financiero) han sido solicitados para poner al descubierto el origen financiero de dichas adquisiciones. Sin encontrar el más mínimo rastro.

Y es que, en efecto, Thierry Gaubert, el antiguo consejero y amigo de Nicolás Sarkozy, hoy en día imputado en el caso Takieddine, así como su amigo Jean-Philippe Couzi, han llevado a cabo dichas operaciones inmobiliarias bajo la cobertura de sociedades off-shore.
Según los certificados expedidos por la administración, las majestuosas propiedades construidas por los dos amigos, Cactus y Palmera, pertenecen efectivamente a las estructuras panameñas Monahan International y Airedale Business. La primera ya logró ser identificada por los investigadores franceses.
Al igual que la prensa, los policías colombianos enviados à Nilo no han sido autorizados a entrar en la propiedad de los franceses. Desprovistos de orden de registro y rechazados por los guardabarreras, han limitados sus pesquisas a los bienes comerciales de los dos hombres en el pueblo, hasta que agentes de vigilancia privados llegaran a preguntarles las razones de su presencia en Nilo. Finalmente, los policías lograron transmitir à Jean-Philippe Couzi, el único residente colombiano, una convocatoria de audiencia en Bogotá, a la cual respondió.
Frente a los investigadores, el Sr. Couzi denegó las sospechas, minimizando sin convencer la importancia de su propiedad y de su tren de vida. "Mis bienes en Colombia no proceden de ningún blanqueamiento, sino de la venta de bienes que tenía en Francia",aseguró el antiguo operador turístico, quien declara vivir de sus ahorros y de su retiro. Pero la compra de dos bares y de varios locales comerciales en el pequeño pueblo de Nilo, sin mencionar la de un hotel en otra ciudad, siguen despertando la curiosidad de los investigadores, máxime cuando han sido operados a través de sociedades off-shore.
Oponiéndose a una licencia de obras, el controlador de la legalidad de los mercados de la municipalidad de Nilo, Joaquín Parga, elaboró la lista desconcertante de las sociedades manejadas por los franceses en Nilo. Hasta habían abierto un negocio de venta de pollos, El Pollo francés. "¡Esto es ilícito!,exclama el Sr. Parga. Han hecho figurar por todos lados empresas de fachada de las cuales nunca habíamos oído hablar, colocando en todas partes testaferros."
Al día de hoy, es la creación del "Nibar" y del "Nichon" que llama más la atención. El Nibar ha sido abierto por Thierry Gaubert en el 2003, mientras era encargado de misión ante Jean-François Copé, en la Secretaría de Estado de Relaciones con el Parlamento.

In situ, los rumores evocan de manera insistente la presencia ocasional de prostitutas en dichos bares. "Chismes de la gente de Nilo", se queja Jean-Philippe Couzi, contestando a Mediapart. "El Nibar es un bar normal, jamás ha habido prostitutas en el Nibar", afirma, más tajante, Thierry Gaubert, quien asegura haber vendido sus partes haces poco.
Sin embargo, en Francia, el testimonio de Hélène Gaubert, la esposa de Thierry, el 8 de septiembre ante los policías, ha dado crédito a dichos rumores. "En el 2006, Astrid Betancourt (la esposa del Sr. Couzi, nr) me había informado que sucedían cosas raras en la casa de Thierry mientras éste estaba con mi hijo, explicó. Astrid me comunicó entonces que había un ambiente moralmente licencioso. Me contó que, mientras mi hijo estaba de vacaciones en casa de su padre, cuatro prostitutas muy jóvenes se encontraban con Thierry y que se paseaban desnudas por la casa. Esto me ha profundamente trastornado al pensar en mi hijo, quien tenía entonces nueve años."
“Es verdad que se ven bastante putas, esas dos”
En un email enviado a Mediapart, el Sr. Couzi ha dado una versión un tanto diferente de los hechos: "Hélène Gaubert no se encontraba en Nilo cuando las supuestas prostitutas estaban de paso para un fin de semana en Cactus. En cambio, Astrid Betancourt llegó especialmente de Bogotá sin avisar, acompañada por su madre y otra persona para recuperar a sus hijos manu militari, ya que efectivamente la nana quien cuidaba a sus hijos le había avisado por teléfono que personas vulgares se encontraban en la casa."

Y añade: "Tres muchachas y uno de sus amigos, todos originarios de Barranquilla, quienes estaban de paso por la región, se encontraban efectivamente en la casa. En efecto, yo los había invitado a pasar el fin de semana en Cactus. Ha sido por sus modales ‘populares' que la empleada ha pensado que dichas muchachas eran prostitutas, alertada por la hija de Astrid, poco acostumbrada a la ‘vulgaridad'."
"Esta mujer (Astrid Betancourt, nr) jamás ha puesto los pies en esa casa cuando yo estaba allí, asegura por su lado Thierry Gaubert. Lo que contó forma parte de las maquinaciones contra mí." Interrogado sobre la elección de los nombres de los bares ("Nibar" y "Nichon", pues), el Sr. Gaubert asegura que sólo se trata de un "juego de palabras".
"Con Thierry Gaubert, creamos en efecto el bar Nibar, me parece que en el 2003, con 10.000 dólares cada uno, cuenta por su parte Jean-Philippe Couzi. Nuestro tercer socio es el propietario del local, un Colombiano, Rodrigo. ‘Nichon' era el nombre del segundo bar que creé solo en el 2005, que no funcionó bien, y que desde entonces se convirtió en un bazar que he puesto en renta: el edificio del que soy propietario, compuesto por un solo piso, cuenta con una decena de estudios que rento esencialmente a militares de la escuela militar Espro."
Una de las novelas SAS de Gérard de Villiers, Ramenez-les vivants, ya señalaba en el 2004 la existencia del Nibar en Colombia. El escritor era en efecto uno de los amigos de otro francés que se había instalado en ese lugar, Thierry de La Brosse, el ex director general del club de futbol de Marsella OM, fallecido desde entonces. La pareja de La Brosse había mandado construir una propiedad siguiendo los consejos de Thierry Gaubert.
Algunos vecinos y amigos de Jean-Philippe Couzi, que Mediapart ha entrevistado en Colombia, afirmaron haber visto en su mesa, en su mansión Palmera, numerosas muchachas de origen modesto. El ex operador turístico no lo niega.
Por cierto, así lo demuestra una fotografía recuperada por Mediapart:

Interrogado sobre esta fotografía, el Sr. Couzi nos contestó con elegancia: "Bonita foto. Es verdad que se ven bastante putas, esas dos."
"No sé lo que hace, comentó por su parte el Sr. Gaubert. Que el Sr. Couzi tenga mujeres jóvenes alrededor de él, sí. No es un delito. Hace lo que quiere, no sé nada de esto. Puede vivir con menores si quiere. No veo lo que esto tiene que ver conmigo."
Para distanciarse todavía más, el Sr. Gaubert añade que no tiene "otra sociedad con el Sr. Couzi aparte del Nibar". En realidad, los dos hombres, que son amigos desde hace 35 años, comparten muchas cosas. Han decidido construir su paraíso escondido en el mismo lugar, en el mismo momento. Y sociedades panameñas son las propietarias oficiales de sus dos propiedades, construidas en el mismo terreno.
"Soy yo en efecto quien se ocupa desde el fin de su construcción de la administración de las dos propiedades, Cactus, la de Thierry Gaubert, y la mía, Palmera", asegura el Sr. Couzi. Afirma que ha puesto su propiedad "al nombre de una sociedad off-shore" porque, en el contexto de la guerrilla colombiana, "era la fórmula la más anónima y por consiguiente la más segura".
De hecho, durante un registro, los investigadores franceses se han apoderado de numerosos correos electrónicos entre los Sres. Couzi y Gaubert, relativos a los gastos y a la gerencia de la mansión del antiguo consejero de Sarkozy. He aquí un ejemplo, ya publicado por Mediapart:

En un atestado redactado el 12 de julio del 2009, del que Mediapart ha tenido conocimiento, Hélène Gaubert explicó que Jean-Philippe Couzi había "hecho a menudo negocios internacionales" con su marido. "A veces los he acompañado a Suiza, a Florida, y a las Islas Vírgenes Británicas. De hecho, he encontrado un documento en mi domicilio que muestra la existencia de una cuenta bancaria que tiene Jean-Philippe Couzi en Miami, en la Citibank, a la que mi marido enviaba transferencias", indicó la princesa.
Fiestas suntuosas, automóviles de lujo y personal
El Sr. Couzi confirma que efectivamente poseía una cuenta en la Citibank de Miami: "Es una cuenta que he abierto en el 2001 o en el 2002. Abrí esta cuenta en toda legalidad en la Citibank de Bogotá. Es en efecto perfectamente legal en Colombia el abrir una cuenta US con chequera y tarjeta de crédito. Las transferencias que me enviaba Thierry Gaubert cada trimestre sirvieron exclusivamente al funcionamiento de Cactus." El Sr. Couzi aclara: "jamás he tenido ningún tipo de negocio con Thierry Gaubert, tanto en Francia como en Colombia."

Dichas informaciones podrían aportar agua al molino de los jueces franceses encargados del caso Takieddine. En efecto, documentos incautados en los últimos meses revelan la apertura, en el 2001, año de la construcción de la finca de Thierry Gaubert, de una cuenta bancaria en las Bahamas bautizada... Cactus. Será a partir de esta cuenta, también disimulada al fisco, que el Sr. Gaubert retribuirá con regularidad al Sr. Couzi por sus diligencias en Colombia: mantenimiento de la mansión, gastos fijos, obras, impuestos... Hoy en día, según los últimos desarrollos de la investigación francesa, el saldo de la cuenta alcanzaría los 2,6 millones de dólares.
El 21 de septiembre pasado, durante su detención, Thierry Gaubert no se rindió ante la evidencia, manteniendo a propósito de esta estructura: "El trust se llama Cactus, pero esto no tiene nada que ver con la propiedad de Nilo (...). El trust ha sido creado a la iniciativa del banco Pictet." Entidad bancaria suiza que ya había elegido para disimular, en Ginebra, parte de su fortuna.
Los policías también descubrieron que el negociante de armas Ziad Takieddine había depositado en octubre del 2010 un monto de 100.000 dólares en esa cuenta. "No quería que figurase oficialmente en Francia, ya sea en una de mis cuentas bancarias, o en efectivo", reconocerá Gaubert a propósito de esa transferencia, durante su detención.
Durante su audición ante la policía, el 8 de septiembre pasado, Hélène Gaubert no dirá otra cosa acerca de los motivos de creación de esta cuenta en el paraíso fiscal de las Bahamas: "Thierry me había simplemente explicado que las Bahamas eran la mejor manera de esconderse y que jamás la policía y el fisco podrían volver a encontrar lo que había disimulado en las Bahamas."
En todo caso, el dinero negro que circuló entre los Sres. Couzi et Gaubert parece asegurarles una vida cómoda en Colombia. "Jean-Philippe Couzi siempre ha llevado un tren de vida muy elevado. En Colombia, organiza fiestas suntuosas, posee automóviles de lujo, tiene mucho personal a su servicio", había escrito Hélène Gaubert en su atestado del 2009.
Refutando enérgicamente el testimonio de Hélène Gaubert, el Sr. Couzi asevera: "jamás he puesto un pie en Suiza, ni en las Islas Vírgenes Británicas con la Sra. Gaubert". En cambio, puntualizó: "En Florida, sí. De vacaciones en casa de sus padres, en Palm Beach, en los años noventa, en una o dos ocasiones con Thierry Gaubert acompañado de Nicolás Sarkozy."
Sus relaciones con Thierry Gaubert le permitieron efectivamente al Sr. Couzi relacionarse con el primer círculo del futuro Presidente de la Republica. Otras fotografías descubiertas por los policías franceses lo muestran a menudo al lado de Nicolás Bazire, íntimo del jefe de estado y actual número dos del grupo LVMH, también imputado en el marco del caso Takieddine.
