2015 fue el año de las posibilidades y la esperanza. Es raro sentir nostalgia de un momento tan cercano en el pasado. La historia reciente nos hace sentir más a menudo una forma de indiferencia o incluso de amargura subyacente. Pero, cuando se trata de 2015, no hay nada de eso. Aquel año pareció marcar un nuevo período de apertura y experimentación política.
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