France Opinión

El racismo nos asfixia

Como guardianes de la paz pública, la policía es el espejo de un Estado. Cuando el racismo la gangrena, es porque el poder, sus cúspides y sus élites, están enfermas, infectadas por un odio sordo hacia la democracia, el pueblo, la igualdad. Esta constatación es válida para Francia, no sólo para Estados Unidos.

Edwy Plenel

« I can’t breathe » (« No puedo respirar »): esta frase se ha convertido en el grito de guerra de manifestaciones masivas y espontáneas contra la violencia policial, cuyas primeras y principales víctimas, en la vida cotidiana, son las personas racializadas.

Sólo para suscriptores.

Login

Acceso a los artículos es sólo para suscriptores.

Login