En 2008, Mediapart condenaba el antisemitismo promovido por el cómico Dieudonné. Cinco años después, condenamos la trampa tendida por el ministro del Interior a los demócratas y a los republicanos : tomar la excusa de los espectáculos de Dieudonné para atentar a priori contra los derechos fundamentales que fortalecen las democracias : el derecho a decir, el derecho a saber.
Se está urdiendo un delito y no vamos a ser cómplices. Sí, un delito, es decir, un atentado contra las libertades. En los sistemas republicanos, al menos en las repúblicas realmente democráticas, la libertad de expresión es un derecho fundamental, igual que lo es la libertad de información. Lo que implica que no es posible censurar con carácter previo ninguna de dichas libertades esenciales. Podemos pedir cuentas sobre lo que estas conllevan, de sus opiniones o de sus informaciones. Emprender medidas judiciales, reclamar a los tribunales que las condenen. Perosolo a posteriori, sin atentar a priori contra los derechos fundamentales que fortalecen – no debilitan – las democracias : el derecho a decir, el derecho a saber.