El lunes 13 de junio, Larossi Abballa asesinó a una pareja de policías en Magnanville, a 50 km de París. Abballa no era ningún desconocido para las autoridades francesas. Desde 2011, el presunto terrorista habría manifestado su intención de atentar en el país galo. El suceso ha despertado la inquietud de las fuerzas del orden y ha puesto en cuestión la eficacia de los servicios de inteligencia.
A su amigo, tentado por hacer la yihad en Pakistán, el supuesto terrorista Larossi Abballa le replicaba en un e-mail enviado el 19 de febrero de 2011: « Francamente, ¿crees que nos necesitan allí […]? Alá va a darnos los medios necesarios para izar la bandera aquí. Queda todo por hacer, supone un importante desafío ». El 28 de febrero, insistió: « Hay que ponerse manos a la obra ». Su amigo le preguntó que a qué se refería. La respuesta fue: « A limpiar infieles ».